Evangelio viernes 9 de diciembre
Viernes 9 de diciembre de 2022 | Alejandra Castelblanco9 de DICIEMBRE DEL 2022
Evangelio según San Mateo, capítulo 11, 16 - 19
Viernes de la Segunda Semana de Adviento
¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros: '¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!'. Porque llegó Juan, que no come ni bebe, y ustedes dicen: '¡Ha perdido la cabeza!'. Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: 'Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores'. Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras".
Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto
"Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras".
Jesús parece decirnos: no hay que complicarse tanto la vida. No hay que mirar cosas que no se ven ni escuchar sonidos donde no los hay. Yo los invito a reaccionar con el sentido correcto para cada caso. Estamos en Adviento, la invitación es a olvidar las distracciones del mundo y aprender a esperar ya que algo grande está por suceder. Desarrollen sus sentidos y eduquen sus actitudes. Hagan lo que corresponde para cada caso y así estarán acordes al querer del Padre.
Cada día me convenzo más que hay que ser como los niños. Ellos son espontáneos, si les hubieran tocado a ellos la flauta, seguro bailan. Este tiempo es de espera de preparación interior, sin embargo, se corre más que nunca y es fácil salirse del centro. ¿Cómo hacerlo? Creo que algo que puede ayudar es mirar el pesebre que tengo en la casa, cada día mirar una figura diferente de él y tratar de adentrarme en este maravilloso misterio del nacimiento del Salvador en un humilde pesebre. ¡Ese será mi propósito!!!
Querido Señor: eres tan concreto, claro y pedagógico. Nos pides que bailemos en las fiestas y lloremos en la pérdida. Qué más fácil que eso y sin embargo no lo hacemos. Somos porfiados y nos complicamos. Que este Adviento, en que te esperamos como niño, cultivemos un corazón de niño: espontáneo, alegre y confiado. Solo tú puedes entregarnos ese don con tu nacimiento. Trataré de cumplir mi propósito para preparar mejor mi corazón en este Adviento. Gracias por este maravilloso tiempo.
AMÉN