Evangelio viernes 5 de abril

Viernes 5 de abril de 2024 | Alejandra Castelblanco

5 de abril de 2024

Evangelio según San Juan 21, 1-14

Viernes de la octava de Pascua

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar». Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo». Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?». Ellos contestaron: «No». Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger». Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Vamos, almorzad». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Meditación de Alejandra Castelblanco Moreira

"...se tiró al agua"

Jesús parece decirnos: Pedro no queda pasivo al saber que era Yo el que estaba en la orilla. No tiene la certeza, no es él quien me reconoce, es otro el que le dice de quien se trata pero no duda. Se lanza al agua con ansiedad, no quiere esperar ni un minuto más. Esta es la invitación que yo les hago hoy: tírense al agua, confíen en quienes ustedes quieren, crean en lo que ellos les dicen y querrán llegar hasta el Padre, siguiendo este camino. Les aseguro que estoy en la orilla esperando que lleguen.

La fe es más simple de lo que uno cree. Uno a veces no se siente digno, o cree que no merece recibir tantos dones de Dios. Sin embargo, aquí queda claro que creer es querer creer, es lanzarse al agua sin tener las certezas, solo saber que Jesús me quiere, me ama, porque lo he experimentado, lo he conocido, he vivido su compañía. Soy libre y escojo tirarme al agua, nadar como pueda, porque sé que Él está en la orilla esperando. Hoy voy a manifestar con algún hecho o palabra que creo en Jesús, esa será mi forma de tirarme al agua.

Señor: me imagino cómo te sentirás al ver lo revuelto que está todo aquí en la tierra. Cómo con urgencia nos pides que nos hagamos cargo de esos conflictos y que adoptemos una postura con convicción y seguridad que solo la fe puede entregarnos. Te pido perseverancia, tenacidad, que no me deje tentar por la comodidad o por creer que con lo que hago ya es suficiente. Dame fortaleza y sabiduría para tirarme al agua, confiada en que te encontraré al otro lado con un rico pescado. Un asado preparado por el Señor¬¬¬. Señor que se me note la alegría de la Resurrección.

AMÉN

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