Evangelio viernes 28 de octubre

28 DE OCTUBRE DEL 2022

Evangelio según San Lucas, capítulo 6, 12 - 19

Fiesta de los Santos Simón y Judas, Apóstoles

Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote,
Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"y pasó toda la noche en oración con Dios"

Jesús parece decirnos: la oración es mi prioridad. De ahí viene la fuerza, la sabiduría, la palabra precisa que se quiere descubrir o la acción adecuada que se debe realizar. No es fácil rezar, no porque no crean que sirva, sino más bien porque no han experimentado lo que significa. A veces es necesaria toda una noche de oración para sintonizar con el Padre, sin embargo, los invito a parar por pequeños instantes en el día y mirar al cielo, reconocer la presencia de Dios y sentirse querido por ese momento. De a poco aprenderán a hacer que la oración sea lo fundamental en sus vidas. Empieza hoy a probar.

La oración no siempre me sale fácil. Creo que se deben probar diferentes fórmulas y rezar de distintas maneras. Así como uno conversa con un hijo de una manera distinta a como lo hace con una amiga o con el marido, también probar diferentes formas de comunicación con el mundo sobrenatural ayuda a mejorar la oración. Hace poco un padre me decía que probara el mirar a los ojos del cuadro de la Mater por cinco minutos, lo hice un poco escéptica, pero descubrí una comunicación maravillosa. La oración es inabarcable y en verdad trae la paz y la vida aprende a tomar el verdadero rumbo.

Querido Señor: tú quieres mi felicidad, quieres que sea lo que tú elegiste para mí y quieres que lo descubra. Hazme fiel y perseverante para estar en constante sintonía y así revisar mi ideal personal a la luz de la oración y de la fe práctica en la Divina Providencia. María, madre y educadora, sea mi ejemplo. Que la oración sea el camino para vivir de acuerdo al querer del Padre tanto en lo cotidiano como en lo más importante. Ayúdame a descubrir distintas formas de oración.

AMÉN