Evangelio viernes 26 de agosto
Viernes 26 de agosto de 2022 | Alejandra Castelblanco26 DE AGOSTO DEL 2022
Evangelio según San Mateo capítulo 25, 1 - 13
Viernes de la Vigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario
Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes. Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos. Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó un grito: 'Ya viene el esposo, salgan a su encuentro'. Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las prudentes: '¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?'. Pero estas les respondieron: 'No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado'. Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos', pero él respondió: 'Les aseguro que no las conozco'. Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora.
Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto
"llenaron de aceite sus frascos"
Jesús parece decir: cada uno de ustedes es un frasco, a veces se gasta completo y a veces alcanza para encender la lámpara cuando lo necesitan. La lámpara necesita el aceite, como cada uno de ustedes necesita el aire para respirar. Mi invitación es a llenar sus frascos con el mejor de los aceites para que al iluminar lo hagan con intensidad. ¿De dónde sacan ese aceite?
Es simple, yo se los regalo. Pídanlo y yo se los daré. El aceite es la alegría, la esperanza, la fortaleza, la perseverancia, todos los dones del Espíritu y sus frutos. Atrévanse a pedir, yo quiero regalárselos.
Pensé inmediatamente en lo caro que está el aceite y lo útil que es. Ya no para las lámparas, pero sí en la cocina es muy útil para dar sabor a las comidas. Pienso que el aceite que el Señor me regala es gratis. ¿Por qué no tengo mi frasco al tope? Estoy fallando en pedir, creo que, si aprendo a pedir lo que necesito para iluminar, podré tener siempre mi frasco lleno y ser como las prudentes que supieron actuar con tranquilidad pensando en preparar el camino y tener una llegada de paz y tranquilidad a la meta.
Gracias Señor por darnos la posibilidad de pedir que llenes nuestros frascos con el aceite que te pedimos. Enséñame a pedir lo que me hace falta, a iluminar al que lo necesite y no olvidar cuál es el camino que debo caminar. Gracias por tu Madre, siempre dispuesta a darnos claridad y consuelo en el momento que necesitamos pedir con confianza por el futuro. Que los sacramentos sean el aceite refinado que ayuda a ser prudentes y confiados en el camino hacia el Padre.
AMÉN