Evangelio viernes 20 de octubre

20 de octubre de 2023

Evangelio según San Lucas 12, 1 - 7

Viernes de la vigésima octava semana del Tiempo Ordinario

Se reunieron miles de personas, hasta el punto de atropellarse unos a otros. Jesús comenzó a decir, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido. Por eso, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad, será escuchado en pleno día; y lo que han hablado al oído, en las habitaciones más ocultas, será proclamado desde lo alto de las casas. A ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más. Yo les indicaré a quién deben temer: teman a aquel que, después de matar, tiene el poder de arrojar a la Gehena. Sí, les repito, teman a ese. ¿No se venden acaso cinco pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos. Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que muchos pájaros."

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

""Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía..."

Jesús parece decirnos: la invitación que les hago hoy, es a ser libres, a andar por la vida sin tener que esconderse o sin tener que después arrepentirse. Aquel que habla mal de otro, o hace que los demás piensen una cosa diferente de lo que se es, viven asustados pensando en que los pueden descubrir, o ese alguien de quien se habló mal, pueda cobrar venganza. Es más sano decir las cosas de frente, mostrar a los demás un rostro transparente. Mirar al otro con bondad. De esta forma, vivirán libres y su vida será más plena descubriendo día a día el Ideal que el Padre pensó para cada uno de ustedes.

El pelambre es tan "atractivo", la copucha, la noticia "sabrosa", todos quieren saber. Me pasa, a veces, que veo que hablan en secreto y cuando descubro de lo que hablan, me doy cuenta que ya lo sé o que no conozco a la persona de la que hablan y me alejo de la conversación. Sin embargo, me tiento cuando se habla de alguien que conozco y revelan algo que yo no sabía. Me cuesta no involucrarme, pero cuando lo logro, cuando hago oídos sordos, me siento tan tranquila por no haber participado, que me motiva a seguir trabajando la prudencia y la benevolencia. Me encanta mi Ideal Personal, que me conduce a aguas tranquilas y libres.

Querido Señor: Cada día es una oportunidad para empezar de nuevo, lo que hoy no me parece, mañana puede cambiar, las personas que hoy me cuestan, mañana pueden ser mis amigos y así, nada es tan definitivo y mi juicio no es el verdadero. Que nunca me olvide de estas palabras para ser libre y sincera en mi relación contigo. Eres la persona que mejor me conoce, frente a Ti no hay caretas ni poses, eres mi guía y mi camino, no dejes que me engañe permitiendo que otros influyan negativamente en mi actuar. Dame un paso sereno, tranquilo y transparente hacia el encuentro con el Padre.

AMÉN