Evangelio viernes 17 de junio

17 DE JUNIO DEL 2022

Evangelio según San Mateo 6, 19 - 23

Viernes de la Undécima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo a sus discípulos: No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado. Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo"

Jesús parece decirnos: puede costar identificar los tesoros del cielo. Los de la tierra son más fáciles de distinguir, se obtiene un beneficio inmediato con cada uno de ellos. La clave está en la palabra: acumular, ya que, si el hombre se dedica a acumular los tesoros de la tierra, descuida su vida y su interior. Sin embargo, si se dedica a acumular los tesoros del cielo, sabrá disfrutar de los tesoros de la tierra en su justa medida y podrá distinguir lo importante de lo que no lo es. Los tesoros de la tierra no son malos en sí mismos, sino más bien, la relación que se tiene con ellos.

Los años de vacas flacas a veces se hacen cuesta arriba. Es fácil caer en la desesperanza, pero intento no hacerlo. Día a día me lo propongo y algo que me ha ayudado mucho, es pensar en los tesoros del cielo. Haciendo un ejercicio que me propuso el padre como penitencia después de confesarme, me dijo que pensara en mi cumpleaños, las personas que irían, lo feliz que me sentiría ...y ahí descubrí que uno no piensa en las cosas sino en las personas, en los lindos momentos, en los caminos recorridos, en las nuevas personas que llegan a mi vida... ¡Vale la pena acumular esos tesoros!

Querido Señor: gracias por todos los tesoros que me regalas, por mostrarme el camino y lo que vale la pena. Gracias por regalarme un Santuario en medio del ajetreo de la ciudad, para poder hacer un alto y unir la vida terrenal con la espiritual de manera natural y orgánica. Permite que los tesoros del cielo superen siempre a los de la tierra, que los valore y comparta con aquellos que no creen para que no pierdan la posibilidad de una vida en el cielo.

AMÉN