Evangelio viernes 10 de marzo
Viernes 10 de marzo de 2023 | Alejandra Castelblanco10 DE MARZO DEL 2023
Evangelio según San Mateo capítulo 21, 33 - 46
Viernes de la Segunda Semana del Tiempo de Cuaresma
»Escuchen otra parábola: Había un propietario que plantó un viñedo. Lo cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Luego arrendó el viñedo a unos labradores y se fue de viaje. Cuando se acercó el tiempo de la cosecha, mandó sus siervos a los labradores para recibir de estos lo que le correspondía. Los labradores agarraron a esos siervos; golpearon a uno, mataron a otro y apedrearon a un tercero. Después mandó otros siervos, en mayor número que la primera vez, y también los maltrataron. »Por último mandó a su propio hijo, pensando: "¡A mi hijo sí lo respetarán!". Pero cuando los labradores vieron al hijo, se dijeron unos a otros: "Este es el heredero. Matémoslo para quedarnos con su herencia". Así que le echaron mano, lo arrojaron fuera del viñedo y lo mataron. »Ahora bien, cuando vuelva el dueño, ¿qué hará con esos labradores?». —Hará que esos malvados tengan un fin miserable —respondieron— y arrendará el viñedo a otros labradores que le darán lo que corresponde cuando llegue el tiempo de la cosecha. Les dijo Jesús: —¿No han leído nunca en las Escrituras: »"La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular. Esto ha sido obra del Señor y nos deja maravillados"? »Por eso digo que el reino de Dios se les quitará a ustedes y se le entregará a un pueblo que produzca los frutos del reino. El que caiga sobre esta piedra quedará despedazado y, si ella cae sobre alguien, lo hará polvo». Cuando los jefes de los sacerdotes y los fariseos oyeron las parábolas de Jesús, se dieron cuenta de que hablaba de ellos. Buscaban la manera de arrestarlo, pero temían a la gente, porque esta lo consideraba un profeta. +
Meditación de Alejandra Castelblano de Prieto
"les envió a su propio hijo"
Jesús parece decirnos: el amor de Padre es un amor incomparable. Yo siento ese amor porque mi Padre es Amor. Ustedes también son hijos queridos del Padre, atrévanse a sentirse hijos, a mostrar su desvalimiento, a dejarse querer por el Padre. Solo sintiéndose hijos, podrán ser humildes y reconocer que solos no se puede ser feliz. Yo fui enviado por mi Padre por amor, amor a todos sus hijos. Él, lo único que quiere, es su bien y su eterna felicidad. Están llamados a ir al Padre, igual que yo. ¿Cómo hacerlo?, de mi mano, de la mano de mi madre.
Me queda grande el misterio de la Eucaristía. Tener la certeza que Jesús está ahí, vivo, me supera. Seguro que, si captara un poco este regalo, no perdería oportunidad de participar. Me queda mucho todavía. Sin embargo, muchas veces siento una seguridad enorme en saber que soy hija de Dios. Me tranquiliza, me alienta. Esta cuaresma, quiero trabajar esa actitud filial, que me motive a encontrarme con Jesús en la Eucaristía y gozar de su presencia palpable .
Querido Señor: gracias por hacerme reconocer el amor de Padre que recibo de Ti. Estás conmigo siempre y me manifiestas tu amor a través de las personas y de los acontecimientos que voy viviendo. Dame la gracia de reconocerme hija querida en tus manos cariñosas de Padre para ir aprendiendo de a poco que solo tú puedes amarme con amor infinito y yo aprenderé a decir que te amo sobre todas las cosas. Dame la gracia de reconocerte en cada Eucaristía.
AMÉN