Evangelio viernes 1 de septiembre

Viernes 1 de septiembre de 2023 | Alejandra Castelblanco

1 de Septiembre del 2023

Evangelio según San Mateo capítulo 25, 1 - 13

Viernes de la vigésima primera semana del Tiempo Ordinario

Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes. Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos. Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó un grito: 'Ya viene el esposo, salgan a su encuentro'. Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas.
Las necias dijeron a las prudentes: '¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?'. Pero estas les respondieron: 'No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado'. Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con Él en la sala nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos', pero él respondió: 'Les aseguro que no las conozco'. Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora.

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"Estén prevenidos"

Jesús parece decirnos: la intención de este Evangelio no es asustar a nadie ni menos hacer creer que no hay misericordia en el Padre o que no se acuerda de quien cree en Él. La intención de este pasaje, es motivar a estar alerta, a no dejar que la vida pase, a no permitir que las situaciones de la vida cotidiana causen impacto en la madurez de la fe. Cada día es una oportunidad de estar junto a mi Padre, de reflexión de avanzar hacia la felicidad del encuentro con el Padre, pero si no se está atento, la vida pasa y pueden encontrarse sin aceite en sus lámparas.

Estar comprometidos con nuestra Religión, implica convicción, compromiso. Dar el verdadero sentido a la Eucaristía, es un encuentro con el "novio" con la lámpara muy encendida. Cada domingo está esa posibilidad real de llenar nuestras lámparas. La Eucaristía es una fuente segura para hacerlo. Sin embargo, está la oración diaria, la lectura del Evangelio, la oración comunitaria, las visitas al Santuario, la oración familiar...en fin tantas oportunidades de llenar las lámparas que sería muy necia si la dejo vaciarse. Pondré valor a esas oportunidades.

Querido Señor: Gracias Señor por remecernos, por mantenernos alerta, por motivar nuestro espíritu al compromiso diario de tomar la decisión de seguirte, de convencerme que este es el único camino que lleva a la felicidad completa. Haz que, como María, tenga siempre mi lámpara encendida, que los medios ascéticos y los sacramentos sean el aceite que nunca se acaba. Que el "hacer" siempre esté acompañado del "ser" para no transformar la fe en un fanatismo sino en un compromiso interior que transforma y conduce a la felicidad del Padre.

AMÉN

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