Evangelio viernes 1 de diciembre
Viernes 1 de diciembre de 2023 | Alejandra Castelblanco1 de diciembre del 2023
Evangelio según san Lucas 21, 29-33
Viernes de la trigésima cuarta semana del Tiempo Ordinario
En aquel tiempo, expuso Jesús una parábola a sus discípulos: «Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, os basta verlos para saber que el verano está cerca. Pues, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Os aseguro que antes que pase esta generación todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán.»
Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto
"Fijaos en la higuera"
Jesús parece decirnos: ustedes son la higuera, fíjense en sus "brotes". ¿Cómo están? ¿han aparecido los brotes? ¿han descubierto cuántos podrán florecer? ¿Y las otras higueras? Esas que viven cerca, esas que necesitan que las escuchen. ¿Han podido dedicarles tiempo? Están llamados a fijarse, no solo a ver a su alrededor sino más bien mirar con detención, mirar a los ojos, mirar las miradas, los gestos, mirar el sentir del otro para poder ser testigos de los brotes que cada higuera podrá dar a su debido tiempo.
Esto es lo mismo que la fe práctica en la Divina Providencia. La verdad es que es muy útil, es como evidente y difícil a la vez. En algunas ocasiones resulta fácil: ver cuando alguien es estudioso, disciplinado, uno dice "le va bien" "es buen alumno". Sin embargo, creo que también hay que hacerlo con uno mismo, ver cómo estoy, qué me falta para dar brotes. Quizás es simplemente descansar un poco más, alimentarme mejor...en fin cosas sencillas que me permitirán fijarme mejor en las higueras que están a mi alrededor y que necesitan de mí.
Querido Señor: quieres que esté atenta, quieres que me prepare para lo que venga a futuro, quieres que reflexione acerca de lo que vivo... pero así sin más, es difícil hacerlo por eso te agradezco este camino pedagógico que quieres que asuma y que me invitas a conquistar. Gracias por ser tan concreto, tan didáctico y cercano. Gracias por las señales que pones frente a mis ojos y que preparas con cariño y que yo no siempre estoy abierta a recibirlas. Gracias por tu cercanía de pastor y maestro y por dejarnos a tu Madre que fue una gran lectora de las señales para la construcción del Reino.
AMÉN