Evangelio sábado 4 de noviembre

Sábado 4 de noviembre de 2023 | Gonzalo Manzano

4 de noviembre del 2023

Evangelio según San Juan 14, 1.7 – 11

Festividad de San Carlos Borromeo

Sábado de la Trigésima semana del Tiempo Ordinario

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a este." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentar en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Vete a sentar en el último puesto"

Jesús parece decirme: No es un castigo, sino una oportunidad de ir hacia arriba, hacia adelante. El ejemplo de los santos es precisamente este: ser menos para que los demás sean quienes te hagan más. Un santo claro que quiere ser santo, porque quiere seguirme, y aboca toda su vida para recorrer ese camino, intentando alcanzar algo que para él o ella es algo a veces inalcanzable. Luego, esa vida recorrida es ejemplo de cómo seguirme, y a él o ella se le pide su intercesión para que se obren milagros. No es tanto el milagro lo que hace impresionante al santo, sino su vida de esfuerzo y sacrificio, porque a él también le costó.

En realidad, parece obvio lo que dice Jesús. Cuando me he tratado de enaltecer, se siente feo, y se ve forzado, colmado de soberbia y de egocentrismo. Además, usualmente no genera admiración, sino envidia, rencor, o simplemente desdén. En cambio, la humildad es más dulce; la austeridad es más agradecida, generan misericordia en otros y educa la fortaleza. Cuántas más cosas positivas se sacan de intentar "ser el último" que de "ser el primero", por último, a nivel personal, donde es un triunfo silencioso lograr sobreponerse a la vanagloria de verse valorado por otros, e intentar seguir a Cristo en silencio, cargando nuestra cruz.

Señor Jesús, no quiero ser soberbio, no quiero ser egoísta. Quiero verte siempre mirándome en silencio con un dedo sobre tu boca llamándome a vivir mi vida sin gritos, ganando en serenidad, humildad y austeridad. En verdad no me interesa que me reconozcan, que me vean u oigan de mí y digan "ahí va él, ¡qué grande!". Ni siquiera me gustaría que me "adelanten de puesto" porque solo me interesa darle lo necesario a mi familia y ser tu amigo, tu siervo fiel y tranquilo, que se acerca a Ti para sacarte una sonrisa y hacerte feliz. Lleno de alegría me encomiendo a tu Madre, para que me siga transformando desde su Santuario.

AMÉN

 

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