Evangelio sábado 3 de septiembre
Viernes 2 de septiembre de 2022 | Gonzalo Manzano3 DE SEPTIEMBRE DEL 2022
Evangelio según San Lucas capítulo 6, 1 - 5
Sábado de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario
San Gregorio Magno, Papa y Doctor de la Iglesia. Memoria Obligatoria
Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían. Algunos fariseos les dijeron: "¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?". Jesús les respondió: "¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?". Después les dijo: "El hijo del hombre es dueño del sábado".
Meditación de Gonzalo Manzano González
"¿Ni siquiera han leído lo que hizo David?"
Jesús parece decirme: ¿Es que no entienden nada? Se preocupan constantemente por tradiciones y formas, siendo que en realidad estas sirven sólo para reforzar el fondo de las cosas. Es necesario honrar el Día del Señor porque si no lo hicieran, se olvidarían de Mí, y perderían la oportunidad que les he dado con mi Muerte y Resurrección. Son tan duros de cabeza, que incluso cuando saben lo que es bueno y malo, no siempre eligen lo primero, a veces porque es más fácil, otras porque no se atreven a mantenerse firmes y valientes. Otras veces, son impulsivos, o por ignorancia se dejan estar. Pero los amo, y di mi vida por ustedes.
Cómo me cuesta darle la importancia que tiene la forma respecto del fondo. Usualmente, me equivoco cuando con la firme intención de hacer un bien, lo hago de forma torpe, errónea. No es que la forma no importe, sino que tiene su razón de ser, a veces muy importante, pero siempre anclada el fondo de las cosas. Y otras veces, por no dar mérito a la forma, termino haciendo las cosas mal. Porque si el fin no justifica los medios, si la forma es un medio para el fondo, sí importa hacer las cosas bien, para un bien. Es difícil este texto, y creo que siempre me voy equivocando, pero encontrando nuevas formas de verlo. Ahora, quiero vivirlo.
Señor Jesús, no merezco toda tu bondad, y me muestras tantas veces que te importa mucho lo que pase conmigo, mientras yo me la paso defraudándote. De verdad no quiero hacerlo, y cuando equivoco los medios para hacer feliz a otros, creo que también me equivoco, porque sé que no me quieres cayendo una y otra vez, sino que sólo buscas que te encuentre en el camino, constantemente. Quiero tener esos ojos abiertos, y no equivocarme cuando me muestras lo que quiere tu Corazón. Sea en sábado, en cualquier momento, quiero glorificarte, y no dejar que las circunstancias me dominen. Que oiga tu mensaje, Señor.
AMÉN