Evangelio sábado 29 de octubre
Viernes 28 de octubre de 2022 | Gonzalo Manzano29 DE OCTUBRE DEL 2022
Evangelio según San Lucas, capítulo 14, 1. 7 - 11
Sábado de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: "Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: 'Déjale el sitio', y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar. Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: 'Amigo, acércate más', y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado".
Meditación de Gonzalo Manzano González
"Ve a colocarte en el último sitio"
Jesús parece decirme: Esto no es un castigo. Tampoco se trata de no tener aprecio por ti mismo, o que no te reconozcas como una persona valiosa. Se trata de ser humilde, una virtud que escasea bastante hoy en día. No tiene nada de malo reconocerse como una persona querida, tanto por Mi como por los hombres, pero amarse a uno mismo más que a los demás, es ajeno a mi Amor. Eso es vanagloria y egocentrismo. Para Mí, todos son importantes, pero que tú mismo te reconozcas como el más pequeño solo puede alegrarme el Corazón, y créeme, que eso es lo mejor que podría pasarte. Tener la compasión de Dios a tu favor.
Esta forma de hablar de Jesús es tan clara, es transparente para darme cuenta qué es lo que realmente me conviene. Siendo tan duro mi corazón, me habla incluso desde un punto de vista lógico y estratégico. Es mejor ir de menos a más que de más a menos. Me hubiera gustado ver la cara de esos fariseos cuando escucharon estas palabras. Y también, no dejo de ver la cara de los Apóstoles, cuando la madre de Santiago y Juan pedía los mejores puestos para sus hijos. Creo que este mensaje lo tengo bastante asimilado, tanto que incluso, peco de falta de misericordia conmigo mismo. Creo que el equilibrio de esta virtud es súper difícil.
Señor Jesús, hoy me entrego a Ti, como el pequeño ser que soy, porque de verdad no merezco tanto cariño. Claro que me encantaría estar a tu lado, y mientras más cerca de ti, mejor, pero hay tantos otros que lo merecen más que yo. No me resigno a merecerte más, pero sé que poco de lo que haga será suficiente para "avanzar" porque eres Tú quien me regala su cercanía. Que no me pierda, Señor, en falsas modestias y que, del mismo modo, me pueda mirar con ojos de misericordia, y pueda asumir con cariño y agradecido, el lugar que Tú me tengas reservado. Madre querida, te abrazo y te agradezco haberme enseñado esto.
AMÉN