Evangelio sábado 29 de julio
Sábado 29 de julio de 2023 | Gonzalo Manzano29 de Julio del 2023
Evangelio según San Juan capítulo 11, 19 – 27
Sábado de la décimo sexta semana del Tiempo Ordinario
Santos Marta, María y Lázaro. Memoria Obligatoria
Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano. Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa. Marta dijo a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas". Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará". Marta le respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día".
Jesús le dijo: "Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en Mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?". Ella le respondió: "Sí, Señor, creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo
Meditación de Gonzalo Manzano González
"El que vive y cree en Mí, no morirá jamás"
Jesús parece decirme: cuando digo esto, lo digo con la autoridad de Dios. Es una promesa que no tiene una doble lectura. El que cree en Mí, no morirá jamás. Esto va mucho más allá de la muerte terrenal. Esa es inevitable, e incluso necesaria para acceder a la vida eterna. Quien no muere, no puede resucitar, y quien no resucita no vive para siempre. Pero quien busca la vida eterna debe cruzar por este umbral, hacerlo con valentía y confiado en que Yo estoy con él, que lo acompaño en todo momento de este paso, y preparar su camino mientras está en la tierra abrazando su cruz.
Es por esta promesa que ya no temo a la muerte. Claro que no la busco, ni soy temerario inconsciente de los peligros que puede haber en mi vida. Mi única preocupación real es mi familia, y por ellos debo ser consciente de que no puedo dejarlos solos, pero también sé en mi corazón que la muerte no es un impedimento para ese fiel y fidelísimo cumplimiento del deber. Él no me abandona, ni a mi familia, por lo que tengo plena fe de que más allá de ese paso, Él me está esperando, si creo en Él y vivo en Él. Esa es realmente mi lucha, porque son este mundo y el Demonio los que intentan sacarme de esta certeza.
Señor Jesús, hoy reafirmo mi convicción, de que no me dejas solo, ni a mí, ni a los míos. Me sujeto de la mano que me tiendes, y me apoyo en Ti para caminar. El mundo no quiere que yo te vea, y busca enceguecerme constantemente. Ahí mi Ideal Personal cobra fuerzas, porque es la más firme y personal reafirmación de que creo en Ti y quiero vivir en Ti. Nada puedo sin Ti, porque soy débil y de voluntad pequeña, pero todo en mi alma crece si te tengo a la vista. Tengo claro que el Demonio tiene miedo de mí si voy contigo por delante, y que jamás podrá dominar si yo me apretujo entre tus brazos cariñosos. ¡Gracias Señor!
AMÉN