Evangelio sábado 29 de abril

Sábado 29 de abril de 2023 | Gonzalo Manzano

29 de ABRIL del 2023

Evangelio según San Juan, capítulo 6, 60 - 69

Sábado de la Tercera Semana de Pascua

Santa Catalina de Siena Virgen y Doctora de la Iglesia. Memoria Obligatoria

Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: "¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?". Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes? El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen". En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y agregó: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede". Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: "¿También ustedes quieren irse?". Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios".

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede"

Jesús parece decirme: La fe es un regalo que viene del Padre. No es algo que se enseñe, que se traspase como si fuera herencia. Lo que hacen los padres con los hijos, los maestros con sus alumnos, pastores con feligreses, es preparar el camino, tal como lo predicaba Juan el Bautista. Esa oración es la que llama al Padre a regalar la fe. Es un don divino que permite ver con otros ojos las cosas cotidianas de la vida terrena. ¿Pides por tu fe? ¿Pides para tener más fe? Prepara tu corazón para recibirla, con humildad, con alma de niño. Mi Padre te está oyendo, y bien sabe si lo pides de corazón.

Cristo parece espantar a todos quienes lo buscan. Pero, ¿realmente lo buscan? ¿O sólo quieren milagros y portentos para hacer más llevadera su vida en la tierra? Eso no parece verdadera fe. Es decir, ¿ponemos condiciones a la fe? Algo así como "creeré si me haces este milagrito". Veo esa actitud tantas veces en mis amigos y conocidos, e incluso, sobre todo cuando estoy pasando tiempos difíciles, lo veo en mí mismo. Luego, me doy cuenta de toda la soberbia que recoge esta actitud. Para creer de esa manera hay que creer que estamos en igualdad de condiciones con Dios, para negociar con Él, y eso simplemente es torpe y falso.

Señor Jesús, que has resucitado para rescatar los corazones duros de los seres humanos, incluso antes que pequemos, ¡recíbeme por favor, Señor! No merezco tan grande sacrificio, pero igualmente diste tu vida por este pobre pecador. Quiero de corazón tener más fe, confiarme feliz y tranquilo en las manos del Padre para que Él obre maravillas en mí y conmigo, y así poder ser instrumento suyo para la salvación de otros. Sabes que me cuesta no pensar en mis necesidades personales, pero de verdad no quiero poner condiciones a tu querer. Eres el Señor de mi vida, y solo o tengo que decir que te amo, Dios Mío.

AMÉN

 

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