Evangelio sábado 28 de octubre

28 de octubre del 2023

Evangelio según San Lucas capítulo 6, 12 – 19

Sábado de la vigésima novena semana del tiempo ordinario

Fiesta de los Santos Simón y Judas, Apóstoles y Mártires

Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Pasó toda la noche en oración con Dios"

Jesús parece decirme: Cada vez que tomaba una decisión importante me retiraba antes a rezar. Conversaba con mi Padre constantemente, pero en algunos momentos, era necesario darme el tiempo, parar un poco, y conversar con Él para ir tomando las mejores decisiones. Elegí incluso a Judas, sabiendo que podía traicionarme, y para darle la oportunidad de no caer, de no dejarse llevar por la tentación. Conversa mucho conmigo, no dejes de hacerlo, pregúntame lo que Yo haría en tu lugar, y Yo te hablaré, te lo aseguro. Quiero participar de tu vida, de tus decisiones, que me hagas parte de ellas, para que veas que no te dejo solo.

Estas meditaciones han sido una oportunidad única para acercarme más y más a Cristo. Acercarme semanalmente a su evangelio, más allá de la misa del domingo, ha sido un regalo enorme. Hoy, tomo mis decisiones meditándolas tal como medito estas lecturas. Claro, muy pocas veces he pasado la noche entera en oración, y cuando lo he hecho, Él ha obrado milagros, pero en verdad, disfruto mucho acercarme a Él y contarle mis cosas. Estoy seguro de que me escucha, y más de una vez lo he escuchado susurrarme al oído, y en todas se ha tomado el tiempo de responderme, por señales en el mundo, incluso.

Señor Jesús, muchas gracias por estas meditaciones. Gracias por hablarme al corazón, por enviar a tu Espíritu para que me abrace su Sabiduría. Quiero decirte que te siento conmigo, y que por mucho que a veces haga pataletas y me queje, te reconozco como mi Señor, mi amigo, mi guía y mi capitán. Intento vivir mi Ideal Personal fielmente, y sé que a veces te fallo, pero no quiero soltarme de tu mano. No podría de otra forma, ya que en mi cabeza resuenan constantemente las palabras de Pedro: 'Señor, ¿a quién iremos? Solo Tú tienes palabras de Vida Eterna'. Estoy impregnado de esa verdad, Señor y por eso, te agradezco.

AMÉN