Evangelio sábado 20 de enero
Sábado 20 de enero de 2024 | Gonzalo Manzano20 de enero de 2024
Evangelio según San Marcos 3, 20-21
Segundo sábado del Tiempo Ordinario
En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.
Meditación de Gonzalo Manzano González
"Decían que no estaba en sus cabales"
Jesús parece decirme: Algunas personas tienen buenas intenciones, pero actúan motivadas por una visión errónea. El mundo muchas veces se toma el tiempo de salir al encuentro del desvalido, del que tiene necesidades materiales o espirituales. Pero muchas de esas veces no es el amor y la misericordia lo que los mueve, sino el intentar cosechar buenos comentarios para sí mismos. La vanagloria o el "qué dirán", alimentan esas acciones apostólicas con savia que no proviene de Mí. Así, vuelve a surgir el proverbio "que no sepa tu mano derecha lo que hace tu mano izquierda". Reza en secreto y mi Padre que está en lo secreto te recompensará.
En menos de tres líneas, este Evangelio dice tanto. ¿Por qué irían a buscar a Jesús para llevárselo, si Él ya estaba en su casa? ¿Qué podrían haber pensado para concluir que no estaba en sus cabales y era necesario sacarlo? No quiero ir por la vida pensando de forma cortoplacista, sin ver más allá de mi propio ombligo. Por eso, mi Consagración a la Virgen es diaria, porque en verdad quiero ser un instrumento en manos del Señor, para que haga y deshaga a través mío, según su voluntad infinita.
Señor Jesús, quiero ir contigo a comer para compartir la cotidianeidad, y así colaborar en el crecimiento de tu Reino en la Tierra. Estoy lejos de ser uno de esos ejemplos y señales santas que pueblan la Iglesia, pero sigo intentándolo a medias. Necesito perseverar, seguir adelante sin claudicar ni echarme a morir ante las dificultades. Merezco poco y nada, porque en verdad eres Tú el que logra todas esas conquistas. Madre querida, hoy desde mi Santuario Hogar, te encargo que nos eduques para acercarnos a tu Hijo. Que este año que comienza sea de oportunidades diarias de regalar el Amor de tu Hijo.
AMÉN