Evangelio sábado 2 de septiembre

2 de septiembre del 2023

Evangelio según San Mateo capítulo 2, 14 - 30

Sábado de la vigésima primera semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco.
De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. 'Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado'. 'Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'. Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: 'Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado'. 'Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'. Llegó luego el que había recibido un solo talento. 'Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!'. Pero el señor le respondió: 'Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes'.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Tuve miedo y fui a enterrar tu talento"

Jesús parece decirme: ¡Cómo los paraliza el miedo! Ven hacia adelante, y cuando se les cruza una dificultad, se esconden y esperan a que algún milagro haga que la dificultad se vaya. No son agentes de su propio destino, no conducen su barca, sino que prefieren que, por arte de magia, lleguen a destino. Yo no quiero cobardes, sino leones, que sin pestañar den un paso adelante. Sean audaces, porque Yo voy justo detrás de ustedes. No temas, porque estoy contigo a cada paso. Yo no te abandono, porque te amo, y nada ni nadie puede cambiar eso. Solo depende de ti que Yo siga contigo ya que, si no quieres, te respetaré y me iré.
Esta parábola es fuerte. Parece ser medio insípida la actitud del tercer servidor, pero es una actitud muy común en mí y en general. Me cuesta mucho dar ese paso al frente, a pesar de que tengo esa firme intención de darlo, pero los temores que terminan inundando mi cabeza, me impiden dar ese paso. Rezo constantemente para ser valiente, para reconocer que Cristo me acompaña segundo a segundo, y me he empecinado en educar mis sentidos para sentirlo en el mundo, pero es difícil enfocar esa realidad en medio de los espejismos que se me presentan como peligros reales. Quiero estar ahí, para Él, pero soy débil y no puedo solo.
Señor Jesús, te agradezco porque no me olvidas, no te alejas ni me dejas solo. Quiero abrazar mi cruz, tal como Tú abrazaste la tuya, pero me paralizo porque vivo dudando. Dame más fe, Señor, ¡te lo ruego! Solo no soy capaz de salir adelante, y solamente con tu compañía puedo dar ese paso al frente. Que no me deje vencer por el Maligno, que me engaña a cada momento y me inunda con medias verdades que terminan por esconder la verdad. Madre querida, aliada de mi corazón, que desde que me levanto hasta terminar mi sueño pueda ver a tu Hijo, y eduques mi terquedad y tibieza de espíritu, para ser un mejor discípulo.

AMÉN