Evangelio sábado 16 de marzo
Sábado 16 de marzo de 2024 | Gonzalo Manzano16 de marzo de 2024
Evangelio según San Juan 7, 40-53
Cuarto sábado de Cuaresma
En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: «Este es de verdad el profeta». Otros decían: «Este es el Mesías». Pero otros decían: «¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?». Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima. Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: «¿Por qué no lo habéis traído?». Los guardias respondieron: «Jamás ha hablado nadie como ese hombre». Los fariseos les replicaron: «También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos». Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: «¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?». Ellos le replicaron: «¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas». Y se volvieron cada uno a su casa.
Meditación de Francisco Bravo Collado.
Los guardias respondieron: "Jamás ha hablado nadie como ese hombre"
Jesús diciéndome: "Yo soy bandera dividida. Unos dicen que hay que apresarme y otros que soy el Mesías. Unos dicen que no puedo ser profeta porque soy de Galilea y otros que nadie ha hablado como yo. Algunos piden que se me castigue sin juicio y Nicodemo pide un proceso justo. Y tú ¿de qué lado te encuentras? Quiero saber tu respuesta. Me importa lo que tú digas. Así que, al responder, no pienses en un Dios abstracto. Piensa en tu relación personal conmigo. Piensa en la historia que tenemos.
Cuando veo este texto, me enfrento a mi propia posición respecto de Jesús. Y cuando lo hago me gustaría que esa posición me impacte a nivel personal. No me gustaría tratar de dar un juicio respecto a su importancia histórica. O de imaginar respuestas que tenga que argumentar con mis hermanos. Tengo la tentación de responder 'para la galería'. Tengo la tentación de creer que Jesús es indiferente a mi respuesta. Pero cuando medito veo que Él espera mi respuesta con ansia. Porque le importa. Porque le importo yo. Me gustaría que mi respuesta vaya al centro de mi personalidad más profunda.
Jesús, Tú de verdad eres el profeta esperado por tu pueblo. Tú de verdad eres Dios, el Verbo hecho carne. Tú de verdad eres el punto más alto de la historia de la humanidad. Eres todo lo que dicen los teólogos y los místicos. Pero, sobre todo, Jesús, eres mi amigo. Y yo estoy aquí contigo y te entrego todo lo que soy. Regálame sabiduría para reconocerte. Dame un corazón abierto para recibirte. Crea en mí una voluntad y una decisión firme para actuar con fuerza y sencillez.
AMÉN