Evangelio sábado 13 de agosto
Sábado 13 de agosto de 2022 | Gonzalo Manzano13 DE AGOSTO DEL 2022
Evangelio según San Mateo, capítulo 19, 13 - 15
Sábado de la Décimo Novena Semana del Tiempo Ordinario
Le trajeron entonces a unos niños para que les impusiera las manos y orara sobre ellos. Los discípulos los reprendieron, pero Jesús les dijo: "Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos".
Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí.
Meditación de Gonzalo Manzano González
"Para que les impusiera las manos y orara sobre ellos."
Jesús parece decirme: Quien no es como un niño no podrá entrar en el Reino de los Cielos. Esa es una realidad que está dada por el Padre para todas sus criaturas. Con mi Padre hemos querido estar con ustedes y compartir el Reino, pero para ello es esencial que reconozcan su filiación. Reconocer a la Trinidad como origen de sus vidas les traerá la Vida Eterna. Y mientras tanto, seguiremos una y otra vez pensándolos y amándolos, y regalándoles todas las oportunidades que necesiten para encontrarnos. Solo depende de ustedes tomar esas oportunidades.
Quiero encontrar el camino que me lleva al Paraíso. Y se podría decir que ese camino lo tengo en frente de mí en la Palabra, pero verla en todo lo que hago es quizás el gran desafío. ¿Cómo hacer que Él me acepte? Quiero ser como niño, encontrar la senda que me permita reconocer el bien del mal, y seguramente yendo de corazón a Él, podría ver ese camino. Ese corazón de niño... ese que se me escapa a cada momento cuando tengo que hacerme cargo de mi propia adultez. Sé que ser adulto no significa perder esa alma de niño, pero es claro que me cuesta.
Señor Jesús, hoy me bendices como a esos niños hace dos mil años, y en vez de rezar al Padre por mí, simplemente me llamas, junto a Él, y me llevas de a poco por el camino que me va conduciendo a Ti. Quiero ser como niño, y acercarme a Ti sencillo y con el mismo amor con que mis hijos se acercan a mí. Quiero también conducirlos a ellos hasta Ti, pero sé que no es fácil. Jesús le pido a nuestra Madre querida, su ayuda en el camino de mi propia paternidad y adultez. Ayúdame a guiar mi vida y la de mis hijos, porque en ser como niño es que quiero basar el camino que estoy recorriendo con ellos.
AMÉN