Evangelio sábado 11 de noviembre

11 de noviembre del 2023

Evangelio según san Lucas 16, 9 - 15

Sábado de la trigésima primera semana del Tiempo Ordinario

Jesús decía a sus discípulos: "Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que este les falte, ellos los recibirán en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco también es deshonesto en lo mucho. Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes? Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero". Los fariseos, que eran amigos del dinero, escuchaban todo esto y se burlaban de Jesús. Él les dijo: "Ustedes aparentan rectitud ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que es estimable a los ojos de los hombres resulta despreciable para Dios".

Meditación de Gonzalo Manzano González

"No se puede servir a Dios y al Dinero"

Jesús parece decirme: Esta sentencia es algo sencillo en teoría. El dinero es algo útil, sobre todo como un medio para hacer felices a los demás. Si ya pudiste producir el suficiente para mantener a tu familia, y tienes demás para hacer felices a otros, ¡hazlo! No acapares riquezas en la tierra, porque encontrarás allí tu recompensa, pero en el cielo te hará falta y no lo tendrás a mano. Si das generosamente, tendrás menos en la tierra, pero un tesoro grande en el cielo. Lo difícil es hacer esto vida. Cada moneda que obtienes viene de tu esfuerzo, y cuesta entregar lo que has ganado con tu sudor. Verás que, al hacerlo, obtienes mucho más.

Este evangelio es medio extraño para mí. ¿Ganarse amigos con el dinero de la injusticia? ¿No que había que ser honestos y justos? Pero luego, logro entender que se refiere a que, si entrego amor a pesar de ser deshonesto, con mayor razón podré amar en la honestidad. No significa que ser deshonesto sea positivo, sino que amar ahí es más fácil que amar en lo más grande. El dinero, los bienes terrenos, no son más que oportunidades que nos da Dios para amar a los demás. Por eso, mientras más tenemos, más debemos dar. Mientras más recibimos de Él, más deberíamos agradecer siendo generosos con aquellos que tienen menos.

Señor Jesús, hoy te vengo a agradecer todos los detalles de cariño que tienes conmigo. Me has dado talentos y oportunidades enormes para dar a los demás, para regalar amor al resto. Quizás no con "cosas", sino con tiempo, con mi propia escucha atenta a sus problemas. Me has dado una vocación para poner en práctica esta tarea, y un Ideal Personal para guiarla hacia donde Tú me propones llegar. Que no sea mezquino con mis dones, Señor, porque me los has regalado para ponerlos al servicio de mis hermanos. Madrecita, edúcame desde tu Santuario para que cuando me envíes al mundo sea para transformarlo y regalárselo a Él.

AMÉN