Evangelio sábado 11 de mayo
Viernes 10 de mayo de 2024 | Gonzalo Manzano11 de mayo de 2024
Evangelio según San Juan 16, 23b-28
Sábado de la sexta semana de Pascua
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente. Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre».
Meditación de Gonzalo Manzano González
"Si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará"
Jesús parece decirme: Sé que te es complejo entender el misterio de la Trinidad. Pero ten claro que más allá de su entendimiento, cuando le pides al Creador algo, hay una clara diferencia si se la pides en mi nombre. Esto tiene que ver con el don de la fe, por la que el Padre Dios recibe tu petición en mi nombre, y así no puede negarme nada, porque somos Uno; Él, el Espíritu y Yo. Ten confianza, ya que si pides en mi Nombre, siendo que Él te escucha, no desoirá tu solicitud. Obviamente la sopesará para ver si realmente ella te acerca a nosotros, y si es así, como Padre amoroso que es, te la dará. Cree en esto como crees en Mí, y verás cómo te mima el Padre.
Es raro esto de "tres personas, un mismo ser". No alcanzo a entenderlo, y en realidad no pierdo mucho tiempo en ello. Lo que sí me cuestiono muchas veces, es el cómo pedirle a Dios algo en nombre de su Hijo, que es Él mismo. ¿Cómo se hace eso? Pero luego, oigo a mis hermanos evangélicos que piden todo "en el nombre de Jesús". Son obedientes en la instrucción, y ¡claro que los veo felices! No tengo idea de cómo funciona, pero quizás solo falta más humildad y desprendimiento de mi propio entendimiento, para someterme dócilmente a su voluntad. Necesito pedirle algunas cosas a Dios, y me paso de torpe si no le hago caso a Jesús en el cómo pedírselas.
Señor Jesús, sabes que soy duro de cabeza, y sobre todo duro de corazón. ¡Tenme paciencia, Señor! Necesito de corazón tu bendición para que el Padre preste oído a mi ruego, y si está en consonancia con su Plan Divino, me lo conceda en tu Nombre. Tal como con mi capital de gracias, quiero ofrecerte a Ti y al Padre el esfuerzo que estoy poniendo en que estas cosas salgan adelante, porque sé que quieres que participe contigo como instrumento en el plan de salvación que quieres desarrollar a mi alrededor. No quiero perderme, Señor, en tonterías que limitan tu acción salvadora en el mundo, y menos, quiero ser obstáculo para que otros te reconozcan como Salvador.
AMÉN