Evangelio miércoles 9 de noviembre

9 DE NOVIEMBRE DEL 2022

Evangelio según San Juan, capítulo 11, 17 - 27

Fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán.

Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: "Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio". Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá.
Entonces los judíos le preguntaron: "¿Qué signo nos das para obrar así?". Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar". Los judíos le dijeron: "Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?". Pero él se refería al templo de su cuerpo. Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

"No hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio"

Siento como si el Señor me dijera "no intentes adaptar la Palabra de Dios y sus mandatos a tus propios criterios personales. Incluso cuando creas que estás actuando en mi Nombre, puede que realmente lo estés haciendo en nombre de tus propias lógicas, ya que inevitablemente reduces mi Palabra a tu capacidad limitada de entendimiento, y a las cosas que a ti te parecen importantes. Si quieres hacer la Voluntad de Dios, debes estar siempre con un corazón abierto, dispuesto a cambiar y a reconocer tus errores. De lo contrario, estás reduciendo la sabiduría eterna de Dios para tu propio beneficio".

Muchas veces me choca y me rebelo cuando veo que ciertos grupos dentro de la Iglesia, o incluso grupos ideológicos o políticos, se arrogan el ser los "verdaderos" intérpretes de la Voluntad de Dios, como si fuera algo de lo cual nos podemos apropiar, o como si pudiéramos limitar al Dios eterno a una determinada corriente de pensamiento humana. Pero también yo tiendo a hacer esto mismo, cuando acomodo su Palabra a mis propios criterios, como para darme una "tranquilidad espiritual" superflua, en lugar de disponerme a escuchar y recibir su Palabra, permitiendo que me cuestione, que me transforme y me saque de mi comodidad.

Querido Señor Jesús, amo a los que usan el Templo de tu Palabra para acercarse al Padre, para escucharlo y dejarse convertir, y no de los que utilizan el Templo para su propia conveniencia. Regálame primero que nada la disposición a escucharte, el buscar el tiempo y lugar para encontrarme contigo, que las urgencias de la vida diaria no sean una excusa para no detenerme. Y al escucharte, dame la gracia de un corazón abierto, y no esclavo de mis propias estructuras.

AMÉN