Evangelio miércoles 23 de marzo

23 de MARZO DEL 2022

Evangelio según San Mateo capítulo 5, 17 - 19

Miércoles de la Tercera Semana del Tiempo de Cuaresma

Jesús dijo a sus discípulos: «No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.»

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"...y enseñe a los otros a hacer lo mismo..."

Jesús parece decirnos: la responsabilidad en el cumplimiento de la ley, no es solo individual, no es solo del que la practique o deje de hacerlo, sino que atañe al resto. Todo lo que hagan en esta materia, se traspasa a sus hijos, a los que viven con ustedes, a quienes trabajan a su lado. Enseñar algo incorrecto es más grave que solo dejar de cumplir una ley. Pongan atención en sus actos porque de ellos se desprenden enseñanzas que perduran y marcan a los que los rodean.

A menudo escucho a mis hijos, sobrinos y amigos de mis hijos, decir: "Qué te importa" y siempre respondo: "te lo digo porque sí me importa y me importas". Hay muchos detalles que parecen sin importancia, pero si uno no educa esa delicadeza, nadie lo hace. Pienso en la ropa, cada ocasión requiere de un vestido atinado. Pienso en los garabatos tan aceptados hoy en día. Pienso en las posturas corporales al conversar con ellos, creo que uno como mamá, siempre está enseñando y no hay descanso en esto porque nos jugamos el futuro sano de nuestros hijos y cercanos.

Querido Señor: enséñame a ser ejemplo atractivo y consecuente hacia los jóvenes. Ayúdame a descubrir cada detalle para no ignorarlo. Dame la gracia de enseñar con creatividad y cariño para sentir la acogida del otro. El Padre Kentenich supo educar, a quien se lo pedía, con dulzura y firmeza, dame esa capacidad para no olvidar la misión y responsabilidad hacia las nuevas generaciones y ser ejemplo vivo de Tu Palabra. Que la Virgen María, educadora por excelencia, sea mi ejemplo y fortaleza para cumplir con lo que nos pides.

AMÉN