Evangelio miércoles 23 de agosto
Martes 22 de agosto de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga23 de agosto del 2023
Evangelio según San Mateo capítulo 19, 30 – 20,16
Miércoles de la vigésima semana del Tiempo Ordinario
Jesús dijo a sus discípulos: «Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros. porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los envió a su viña. Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: 'Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo'. Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: '¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?'. Ellos les respondieron: 'Nadie nos ha contratado'. Entonces les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'. Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: 'Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros'. Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: 'Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada'. El propietario respondió a uno de ellos: 'Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario?
Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. ¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?'. Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos».
Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos
"¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece?"
Siento como si el Señor me dijera "he estado contigo y te he acompañado desde siempre. Cuando has mirado hacia atrás, has visto mi presencia, tanto en tus alegrías, en los sucesos importantes que te han marcado, como también en tus momentos de mayor dolor y desolación. He cumplido mi promesa de estar contigo, ¿por qué entonces dudas de que seguiré dándote lo necesario? ¿Por qué, al ver las vidas de otros, sientes que mereces algo más que ellos? ¿O que necesitas algo más? Dios tiene una historia con cada uno de sus hijos, y da cada uno según su Voluntad".
Muchas veces me sorprendo quejándome, de las más diversas cosas. De alguien que me parece que no actuó de manera correcta, de situaciones que me parecen injustas, o simplemente de no tener ciertas cosas que me gustaría tener. Y esto me hace desviar por completo la atención de todas las cosas que sí tengo: una familia, trabajo, salud, amigos; una cantidad de gracias y oportunidades que sé que para muchas personas sería un sueño tener. Hoy el Señor me invita a estar atento y sobre todo agradecido por su bondad conmigo, gozar y gustar las cosas que me regala, sin envidiar o desear lo de otros.
Señor, te doy gracias por poder sentir tu compañía y tu presencia a lo largo de mi vida. Gracias por las personas que desde niño me han dado testimonio de tu amor, por todas esas situaciones en las que he sentido esa alegría de estar cerca de Ti, ya sea en oración, en comunidad o incluso a través de mi trabajo. Regálame un corazón agradecido, abierto a tu amor, que la ambición por conseguir más no me nuble la vista y me haga olvidar que soy un hijo amado por Ti. Ayúdame a aprender de Ti, para ser generoso, bueno y justo con quienes pones en mi camino.
AMÉN