Evangelio miércoles 21 de junio

21 de Junio del 2023

Evangelio según San Mateo , capítulo 6, 1 – 6. 16.18

Miércoles de la Undécima Semana del Tiempo Ordinario

San Luis Gonzaga Religioso. Memoria Obligatoria.

Jesús dijo a sus discípulos: Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

"Que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto"

Siento como si el Señor me dijera "¿cuántas veces tienes que escuchar estas palabras, para que las creas de verdad? La búsqueda de reconocimiento es algo que viene de tu orgullo, de tu necesidad de que los demás digan lo bueno que eres. Si ese es el foco de lo que haces, tu esfuerzo será estéril, ya que el reconocimiento de otros nunca te saciará. Busca en cambio servir humildemente a tu Padre que está siempre presente, que ve cada uno de tus esfuerzos y caídas, y él te recompensará y te dará por añadidura lo que necesitas"

Siempre he sentido una necesidad de valorar mis acciones por la opinión de otros; me da una sensación de seguridad, si bien bastante momentánea y pasajera. Más todavía en esta época, donde pareciera que mientras más "seguidores" y "likes" uno tiene, eres más valioso. Sé que nada de esto es real, que el reconocimiento de los demás es algo absolutamente efímero y cambiante, pero aun así me cuesta tanto liberarme de esa necesidad. Hoy el Señor me recuerda que la única recompensa, el único reconocimiento que verdaderamente necesito es el de Dios, que es el único capaz de saciarme y de darme la paz que busco.

Querido Señor Jesús, cuánto quisiera que este Evangelio se hiciera realidad en mi vida, pero me cuesta tanto liberarme de las cadenas de mi orgullo y mi ego, que me impulsan a buscar mi felicidad en cosas que me llenan en forma tan superficial. Ayúdame a que el centro de mi esfuerzo sea siempre el servir a Dios a través de los demás, y a saber que mi trabajo silencioso tiene sentido cuando lo pongo con amor en tus manos, para que Tú lo hagas realmente fecundo.

AMÉN