Evangelio miércoles 20 de marzo

Miércoles 20 de marzo de 2024 | Osvaldo Andrés Iturriaga

20 de marzo de 2024

Evangelio según San Juan 8, 31-42

Quinto miércoles de Cuaresma

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres». Le replicaron: «Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?». Jesús les contestó: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre». Ellos replicaron: «Nuestro padre es Abrahán». Jesús les dijo: «Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre». Le replicaron: «Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios». Jesús les contestó: «Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».

Meditación de Osvaldo Iturriaga Berríos.

"Tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros"

Siento como si el Señor me dijera "¿crees de verdad en Mí, o crees en la imagen de Mí que tú te has hecho? Mi palabra es la Verdad, porque viene de Dios, pero ustedes la tergiversan o acomodan para justificar sus propias acciones y condenar las de quienes actúan o son distintos. Como cristianos están llamados a ser un solo cuerpo, para dar testimonio de mi Amor. Piensa entonces qué partes de mi Palabra tratas de evitar, cuáles te incomodan o necesitas darle una interpretación rebuscada para que se acomode a lo que quieres escuchar. Ahí es donde te estoy llamando a convertirte".

Muchas veces me pregunto qué diría o haría Jesús si volviera y observara cómo vivimos quienes nos consideramos seguidores de su Palabra. ¿Qué cosas, costumbres o instituciones botaría al suelo y echaría lejos, como hizo en el Templo? Cuando veo que dentro de la propia Iglesia surgen ataques llenos de virulencia hacia grupos externos, incluso hacia sus propias autoridades, pienso en cómo fallamos tanto en que la palabra de Cristo cale en nosotros. Que nos convierta, que nos remueva las entrañas y realmente nos incite a cambiar, a dejar de lado la soberbia, la pretensión de tener todas las respuestas.

Querido Señor, gracias por mostrarme en este tiempo de Cuaresma cuán necesitado soy de tu misericordia, lo débil que soy, lo propenso que soy a caer una y otra vez en las mismas cosas y alejarme tanto de lo que me llamas a ser. Ayúdame a mirar tu Palabra con humildad, sin culpa ni autoflagelancia que me inmovilice, sino que con la esperanza de que a través Tuyo puedo convertir mi corazón y ser tu real discípulo, un instrumento de paz en este mundo tan necesitado de tu Amor infinito.

AMÉN

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