Evangelio miércoles 2 de marzo
Miércoles 2 de marzo de 2022 | Osvaldo Andrés Iturriaga2 de MARZO DEL 2022
Evangelio según San Mateo capítulo 6, 1 – 6.16 - 18
Solemnidad Miércoles de Cenizas
Jesús dijo a sus discípulos: Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que, con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos
"tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará"
Siento como si Jesús me dijera "ustedes viven buscando retribución y satisfacción en cosas banales y perecederas. Si basas tu felicidad en el reconocimiento o alabanza que te dan otros, pronto quedarás buscando más y más, porque es algo totalmente pasajero. Si quieres ser feliz, preocúpate de realizar la voluntad de Dios en cada acción, en hacerla con todo el amor que tengas, por pequeña e invisible que sea. Si otros se llevan el crédito de tus acciones y son más aplaudidos que tú, no te preocupes, ya que tu Padre que lo ve todo, te recompensará con alegría y paz que no mueren.
Qué sabiamente contradictorias son estas palabras de Jesús con el mandato casi adictivo de nuestra época de mostrarnos siempre como exitosos, "populares", o apreciados por otros. Pienso en cuántas veces he experimentado esa breve satisfacción del reconocimiento, y cuán vacío quedo una vez que pasa. O en cuántas veces he sufrido por sentir que mi esfuerzo no es reconocido por otros, como yo siento que se merece. El Señor hoy me recuerda que lo único realmente valioso es amar a Dios y a los demás en el silencio de lo que pasa desapercibido ante el mundo, pero no a los ojos del Padre.
Querido Señor Jesús, gracias por llamarme a abandonar esas cosas que me hacen buscar mi felicidad donde no está, por mostrarme que no estás en los grandes aspavientos, sino en lo cotidiano hecho con verdadero amor, sin buscar mi propio bienestar sino la voluntad de Dios. Ayúdame a escucharte, a darme el tiempo y el silencio interior para descubrirte en cada momento y así poder servirte siempre en lo secreto, y poner mi felicidad en Ti que estás siempre conmigo.
AMÉN