Evangelio miércoles 19 de octubre
Miércoles 19 de octubre de 2022 | Osvaldo Andrés Iturriaga19 DE OCTUBRE de 2022
Evangelio según San Lucas, capítulo 12, 39 - 48
Miércoles de la Vigésima Novena Semana del Tiempo Ordinario
Jesús dijo a sus discípulos: "Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén prepara-dos, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada". Pedro preguntó enton-ces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?". El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si este servidor piensa: 'Mi señor tardará en llegar', y se dedica a golpear a los servi-dores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.
El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más."
Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos
"¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo!"
Siento como si el Señor me dijera "no tienes tiempo que perder. La construcción del Reino de Dios es hoy. No puedes vivir pensando "cuando pase esto o lo otro, por fin ten-dré tiempo para seguir a Cristo". Si de verdad quieres seguirme, el momento es ahora, no mañana. Por eso debes vivir atento, pidiendo constantemente el Espíritu Santo para que te ilumine cuál es la voluntad de Dios para ti cada día, para que tu vida sea un permanente Sí al llamado del Padre.
Este evangelio me pone frente a la realidad de que, pese a que tengo el anhelo de seguir a Jesús y vivir según su Palabra, estoy constantemente poniendo excusas, postergando mi vida de oración, viviendo mi fe de manera superficial según mis propias reglas. Me quedo muchas veces con una imagen dulzona de Jesús, y olvido que Él es duro y categórico con quienes pierden el tiempo y desperdician sus dones. Pero al mismo tiempo, premia a quie-nes trabajan sin descanso por construir su Reino.
Querido Señor Jesús, una vez más me recuerdas que seguirte implica una permanente conversión, requiere no acomodarme en mis pequeñeces, en mis excusas y justificaciones, y vivir atento a lo que me quieres decir, aunque eso signifique que deba cambiar y dejar mis seguridades por seguirte más de cerca. Ayúdame a no perderte de vista, a buscarte permanentemente en la oración y en el tiempo a solas contigo, para realmente darme el espacio de escucharte, de descubrir tu voluntad y dejarme remover, y así llevarte conmigo a donde sea que me llames.
AMÉN