Evangelio miércoles 18 de octubre

18 de octubre de 2023

Evangelio según Lucas 10, 1-9

Miércoles de la vigésima octava semana del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo: "La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero ni morral ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa digan: 'Que la paz reine en esta casa'. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: 'Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios."

Meditación de Osvaldo Iturriaga Berríos.

"Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios"

Siento como si el Señor me dijera "no desesperes. No dejes que lo que ves alrededor tuyo haga flaquear tu esperanza, aunque no lo entiendas, aunque parezca que todo es negro, aunque parezca que no hay salida. Siempre hay una luz en medio de la oscuridad; en tiempos difíciles, debes buscarla con más fuerza. Cuando sientas que tu ánimo y tu fe tambalean, pídele a Dios que abra tus ojos para ver su amor y su luz presente incluso en esos abismos que se ven más cerrados. Solo así podrás guiar y ser testimonio para otros."

Me produce tanta desazón cuando veo a personas o grupos en posiciones irreconciliables, como si fueran dueños de la verdad absoluta, al punto de llegar a dañarse, mentir o hasta matarse entre sí, afectando también a tantos inocentes. Me abruma la incapacidad de siquiera intentar de entender la posición de otro, sobre todo de quienes dicen querer actuar desde la caridad y el amor a Dios. Hoy el Señor me llama a no desesperar en medio de los conflictos y tormentas, y a buscarlo con aún más fervor, confiando en que, aunque yo no pueda verlo, Él permanece cerca.

Señor, a veces me es tan difícil encontrarte. ¿Cómo verte entre quienes se desprecian solo por pertenecer a grupos ideológicos distintos? ¿O entre quienes están dispuestos a matarse por lograr un objetivo? Ayúdame a confiar en que de alguna manera misteriosa Tú eres siempre fiel, que estás presente en mi historia, en la de mi país y la del mundo, y a poder distinguir tu voz entre tantas que claman hablar en nombre de la justicia y del bien. Dame la sabiduría para escucharte, y la valentía para poder ser un puente entre quienes no se quieren escuchar.

AMÉN