Evangelio miércoles 15 de marzo
Miércoles 15 de marzo de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga15 DE MARZO DEL 2023
Evangelio según San Mateo capítulo 5, 17 - 19
Miércoles de la Tercera Semana del Tiempo de Cuaresma
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñé así a los hombres, será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe, será grande en el reino de los cielos
Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos
"No he venido a abolir, sino a dar plenitud"
Siento como si el Señor me dijera "los mandamientos de Dios, que fueron dados ya desde el Antiguo Testamento, no fueron hechos como una serie de imposiciones, sino para guiarte hacia una vida plena. Y yo soy esa plenitud encarnada, que se logra al seguir la voluntad del Padre hasta el final, motivado por el Amor a Él, no por un afán masoquista o de mortificarse.
Por eso te invito a buscar la Voluntad del Padre con amor y apertura, incluso si en algún momento representa dolor, ya que tras la cruz siempre viene la Resurrección".
Cuando escucho las enseñanzas de Jesús, el "ama a tu prójimo como a ti mismo" o "ama a tus enemigos", pienso "si todos hiciéramos esto, qué sencillo sería vivir en paz". Pero qué difícil es amar cuando ese prójimo te molesta, te violenta, te miente, o simplemente te parece un desconsiderado. Hoy el Señor me demuestra que por mis propias fuerzas soy incapaz de amar, y que necesito de su gracia para ir más allá de lo racional o de la lógica humana, para ser capaz de amar a aquel que me hace daño o que es injusto conmigo. Y que, si logro esto, podré vivir en forma mucho más plena y realmente construir su Reino en el mundo.
Querido Señor, gracias por mostrarme lo pequeño que soy, lo poco de lo que soy capaz, aunque muchas veces quiero convencerme de lo contrario. Ayúdame a aferrarme a ti para mirar a las personas con tus ojos, para recordar que incluso ese que me hace la vida imposible es mi hermano en ti y que merece ser amado, por mucho que me cueste incluso pensarlo. Ayúdame a recordar que todo eso que parece imposible en mis fuerzas, contigo sí es posible, y que estoy llamado a amar de esa forma plena que tú nos mostraste en la cruz, no para martirizarme, sino que para ser realmente feliz y liberarme de mis cadenas.
AMÉN