Evangelio miércoles 15 de junio

Miércoles 15 de junio de 2022 | Osvaldo Andrés Iturriaga

15 DE JUNIO DEL 2022

Evangelio según San Mateo capítulo 6, 1 – 6.16 - 18

Miércoles de la Undécima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo a sus discípulos: Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

"Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará."

Siento como si el Señor me dijera "¿para qué te afanas buscando el reconocimiento de otros? La fama, el prestigio y el éxito según los criterios humanos son siempre pasajeras, y nunca te llenará del todo. Obtendrás un poco, y siempre querrás más. En lugar de eso, ocúpate de que todo lo que hagas, por pequeño y poco importante que parezca, lo hagas con todo el amor que puedas. Porque en cada gesto de amor está el Padre, y aunque nadie más lo vea, el Padre sí, y Él te recompensará con la alegría que siempre llena y sacia".

Muchas veces me desanimo al pensar que mi trabajo o mi esfuerzo no es apreciado, o que no recibe el reconocimiento que yo quisiera. Me frustra además ver que, por el contrario, personas que según yo no merecen reconocimiento alguno, lo obtienen más que yo. Hoy el Señor me llama a no hacer las cosas esperando ser felicitado o premiado, sino que hacerlas en nombre del Reino de Dios, en humildad y silencio, aunque parezca que pasan desapercibidas ante las personas, con la esperanza puesta en que el Padre será quien haga que mis esfuerzos den frutos.

Querido Señor Jesús, gracias por recordarme que no debo buscar mi felicidad en cosas pasajeras, que no me saciarán realmente y que pueden llevarme a envanecerme de mí mismo. Ayúdame a no olvidar que estás presente siempre en cada una de mis actividades, para buscar en cada una de ellas construir tu Reino, aunque yo mismo no alcance a ver el fruto de mi esfuerzo. Quiero ponerme en tus manos, con mis éxitos y fracasos, para que en Ti sean fuente de vida y alegría para otros.

AMÉN

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