Evangelio miércoles 14 de junio

14 de Junio del 2023

Evangelio según San Mateo , capítulo 5, 17 – 19

Miércoles de la Décima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo a sus discípulos: «No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.»

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

"El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos (...) será considerado el menor en el Reino de los Cielos."

Siento como si el Señor me dijera "la ley y l os mandamientos de Dios son eternos. Así como existen las leyes de la física que dan orden a la creación, así también existen desde siempre las leyes de Dios, para dar armonía a la humanidad y ordenar sus vidas hacia Él, que es la fuente de felicidad y al amor. Por eso, sus mandamientos no son una imposición, sino una invitación a vivir plenamente. Si muchas veces parecen imposibles de seguir, es porque la lógica humana pone en el centro cosas que no dan la felicidad, como el poder, el éxito, el placer, el interés egoísta.

Siempre me he rebelado contra la manera de vivir el ser cristiano que pone el acento en el "cumplir normas", como si eso nos diera un certificado de buena conducta ante Dios. Pero en mi afán de alejarme de este cumplimiento de las normas "porque sí", también muchas veces termino relativizando algunas cosas, o viviendo mi fe en una forma superficial. Hoy el Señor me advierte que ser su discípulo significa seguir todas sus enseñanzas, no solo las que me gustan o las que me hacen sentido.

Querido Señor, tú sabes que mi alma anhela estar cerca de ti, pero soy muy débil para dar por completo. Hay ciertas áreas de mi vida, ciertas seguridades o comodidades que no estoy dispuesto a entregar o poner en tus manos. Te pido que fortalezcas mi fe, para confiar en que en Ti puedo lograr incluso lo que no creo posible, y que me des la humildad para aceptar con paz mi debilidad y lo poco que puedo lograr en mis propias fuerzas. Que el amor por ti sea lo que me impulse a seguir tus leyes, no para ser mejor que nadie, sino para servir a otros y construir tu Reino en este mundo.

AMÉN