Evangelio miércoles 1 de noviembre

Martes 31 de octubre de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga

1 de noviembre del 2023

Evangelio según San Mateo 5, 1-12

Día de todos los Santos

Miércoles de la trigésima semana del Tiempo Ordinario

Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.»

Meditación de Osvaldo Iturriaga Berríos

"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos"

Siento como si el Señor me dijera "no gastes tu tiempo ni tus energías buscando el reconocimiento, el prestigio o las alabanzas de los demás. Son cosas pasajeras que no te llenarán, que te dejarán deseando más, y que son solamente un alimento a tu ego. Busca en cambio despojarte de la vanidad, recordando que el único que conoce realmente tu esfuerzo es Dios. Y que un logro enorme a los ojos de los demás no tiene ningún valor para Dios si no viene desde un amor sincero."

Esta bienaventuranza suena tan contraintuitiva en este mundo donde se nos enseña a destacar, donde la competencia se nos muestra como algo bueno y deseable: "tienes que saber mostrarte fuerte"; "no te dejes pasar por encima". Aspirar a ser "pobre de Espíritu" pareciera un acto de "buenismo" propio de alguien ingenuo o simplón, pero es justamente el camino que Jesús nos mostró con su vida y sobre todo su Pasión. El camino a la verdadera paz, a la perfecta alegría de poder liberarse del peso del orgullo, del qué dirán.

Señor, qué sencillo y a la vez qué difícil es seguirte. Si fuéramos todos pobres de Espíritu, probablemente no tendríamos guerras, ni el afán de pasar por arriba de otros para llegar a una supuesta "cima", o de tener poder, por pequeño que sea. Pero puede más la necesidad de sentirnos queridos, admirados o reconocidos por otros. Ayúdame a liberarme de ese orgullo y de ese ego que me hacen centrarme en mí y en mi beneficio inmediato, para levantar la vista hacia lo verdaderamente importante; a poder vivir siempre desde el amor y la donación a los demás

AMÉN

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