Evangelio miércoles 1 de mayo

Miércoles 1 de mayo de 2024 | Osvaldo Andrés Iturriaga

1 de mayo de 2024

Evangelio según San Juan 15, 1-8

Miércoles de la quinta semana de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

Meditación de Osvaldo Iturriaga Berríos.

"A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto".

Siento que el Señor me dice "seguirme y hacer la voluntad de Dios no es un proceso cómodo, no es como sentarse satisfecho de ti mismo pensando que ya cumpliste con tu deber. Dar fruto implica procesos muy diversos: a veces de ver la fecundidad, pero muchas otras veces de mirar en tu interior, de trabajar en silencio; de revisarte y quitar aquellas cosas que te impiden dar todo el fruto que podrías, y eso puede significar dolor, soledad, incluso sensación de sequedad y abandono. Pero si permaneces en Mí, siempre estaré contigo y haré fecundos todos tus esfuerzos".

Algún catequista que tuve decía "ser cristiano no es fácil", y yo me preguntaba por qué seguir a Cristo tendría que traer consigo esta especie de masoquismo; por qué no puede ser algo fácil, dulzón, "buena onda". Algo que he aprendido con los años es que desde mis propias limitaciones no puedo ser realmente fecundo. Que intentar asemejarme a Cristo es un proceso doloroso porque implica cambios y renuncias, incluso a cosas que me achatan, que me quitan libertad, pero que aun así no las quiero dejar. Ese dolor de la conversión se hace fecundo. Tal como la imagen del sarmiento que necesita ser podado por el Padre para seguir dando frutos.

Querido Señor, a veces siento que estoy en permanente "poda", que aparecen tantos obstáculos en mi camino, que quisiera tanto poder sentirme cómodo y seguro. Pero sé que en esa comodidad no necesariamente estás Tú, sino que es un descanso para suavizar mi ego y la sensación de estar satisfecho de mí mismo. Ayúdame a que los períodos de dificultades e incertidumbre me impulsen a aferrarme a Ti, en lugar de alejarme o caer en el reclamo constante. Ayúdame a esperar en Ti con confianza de que guías mi camino, aunque yo no lo pueda ver en ese momento.

AMÉN

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