Evangelio martes 8 de noviembre

Martes 8 de noviembre de 2022 | Juan Francisco Bravo

8 DE NOVIEMBRE DEL 2022

Evangelio según San Lucas capítulo 1, 26 - 38

Martes de la Trigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinar

Inicio del Mes de María en Chile

El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?". El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios". María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Ángel se alejó.

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

... y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

Es como si Dios me dijera: "Te preguntas por qué María se sorprende. Me gusta que mires el evangelio con mirada de sorpresa. Me gusta la sorpresa. ¡Celebremos la sorpresa tanto en ti como en María! Esa fascinación que se produce en Ti es una forma de engranar con el Misterio. ¡Celebremos cuando no entendamos! Celebremos cuando requiramos de la Gracia para satisfacer los corazones. Porque la Gracia la doy yo y no la ganas tú. Y no tiene que ver con cuánto merezcas, sino que con cuánto te amo. Así que tú, hijo mío, tampoco te descoloques si ahora, aquí, yo también te digo: "Alégrate. Tienes muchas cosas buenas"."

Me remece que María se sorprendiera del saludo y no lo entienda. El ángel dice: 'Alégrate. Llena de gracia.' Es bastante claro. Son dos mensajes: Ponte contenta y tienes muchas virtudes. Y no entiende. En cambio, el siguiente mensaje, el que viene a continuación, sí que es grandioso: concebirás virginalmente un hijo que será el Mesías. ¡Virginalmente! ¡y es el Mesías! Pero María no se sorprende, sino que lo interpreta como una explicación de lo que le habían dicho antes. Y se queda muy satisfecha con dicha explicación. Yo pienso ¿cómo puedo estar tan equivocado en mirar esto? Porque si hay alguno equivocado soy yo y no Ella.

Señor: ayúdame a sacarme la lógica de estar equivocado o en lo correcto frente a tu evangelio. Déjame mirarlo y admirarlo, así como vaya llegando. Sin querer tener alguien con quien polemizar, sino que simplemente dejándome maravillar. Enséñame, como María, a descubrir las Maravillas que haces tú en todas tus criaturas. Y que también me saque la venda que hace que vea en mí solo las pequeñeces. Muéstrame que yo también soy motivo de alegría. Que también estoy lleno de Gracia. De tu Gracia. Lléname más de tu Gracia, Señor.

AMÉN

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