Evangelio martes 8 de agosto
Lunes 7 de agosto de 2023 | Juan Enrique CoeymansEvangelio según Mateo capítulo 14, 22 - 36
Martes de la décimo octava semana del Tiempo Ordinario
Santo Domingo de Guzmán, Presbítero y Fundador. Memoria Obligatoria
Después que se sació la multitud, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo. La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. "Es un fantasma", dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar. Pero Jesús les dijo: "Tranquilícense, soy Yo; no teman". Entonces Pedro le respondió: "Señor, si eres Tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua". "Ven", le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: "Señor, sálvame". En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?". En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante Él, diciendo: "Verdaderamente, Tú eres el Hijo de Dios". Al llegar a la otra orilla, fueron a Genesaret.
Cuando la gente del lugar lo reconoció, difundió la noticia por los alrededores, y le llevaban a todos los enfermos, rogándole que los dejara tocar tan solo los flecos de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron curados.
Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria
"Después, subió a la montaña para orar a solas".
Pareciera que Jesús nos dice: a ustedes les parecerá raro, ¿por qué , retirarse a la montaña para orar? Sin embargo, lo hice muchas veces, más bien lo hice siempre. El misterio detrás de mis retiros en la montaña, era para enseñarles a orar profundamente. Si Yo me retiro, también ustedes deben retirarse y tomar en serio el silencio para orar. Siento cada día más que ustedes, mis discípulos, no valoran el silencio en que Yo y ustedes simplemente, estemos alejados de todo ruido, solo escuchando el murmullo silencioso de cariño y amor infinito del Padre.
La búsqueda del silencio que anhela Jesús, es parte de la sanidad del alma. Si no amo el silencio es difícil que escuche a Dios, y si no escucho a Dios, por las rendijas del alma se introduce el demonio para distraerme de lo importante. Reconozco que valoro el silencio, pero sin embargo no le dedico el tiempo suficiente. Las preocupaciones diarias de la vida agitada contemporánea me hacen reducir el tiempo que le entrego a Dios, lo que es una aberración, porque Él está interesado en que uno converse y una el alma con el alma del Señor Jesús.
Querido Señor, te alabo y bendigo, te adoro y te pido perdón por mi superficialidad en que no te doy tiempo para profundizar el amor que me tienes y que yo debería tenerte. Dame la gracia de dedicarte todos los días un tiempo de unión contigo, y para facilitarme el encuentro, a través de la Meditación de la Vida que hemos recibido en la Escuela de fe de Schoenstatt. Bendito y alabado seas Señor Jesús que entregaste tu vida por mí, ahora y por los siglos de los siglos.
AMÉN