Evangelio martes 6 de febrero
Lunes 5 de febrero de 2024 | Juan Enrique Coeymans6 de febrero de 2024
San Pablo Miki
Evangelio según San Marcos 7, 1-13
Quinto martes del Tiempo Ordinario
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas. Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?» Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.» Y añadió: «Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu madre" y "el que maldiga a su padre o a su madre tiene pena de muerte"; en cambio, vosotros decís: Si uno le dice a su padre o a su madre: "Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo", ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os trasmitís; y como estas hacéis muchas.»
Meditación de Francisco Bravo Collado
"Y como estas hacéis muchas"
Siento a Jesús diciéndome: "Cómo estas cosas que estás haciendo, que hacen que te engañas, haces muchas cosas más que también te engañan. Acomodas cosas y te inventas reglas. Te enredas y te complicas. Te pierdes de lo esencial: haces que las cosas simples parezcan complicadas. Hipócrita. Ven conmigo a sanar esa hipocresía que tienes. Porque esa hipocresía no se cura olvidando las reglas o rechazando la ley y la estructura. No se cura dejando las cosas al lote. Se cura conectando con tu corazón. Ven conmigo a conquistar un corazón puro: un corazón que no se inventa acomodos, un corazón que dice la verdad y que se mantiene sencillo".
Me golpea imaginar a Jesús llamándome hipócrita, y cuando lo reflexiono, veo que si Él lo hiciera, ¡tendría mucha razón! Soy como los fariseos. Busco constantemente formas para sentirme superior. Es más, a veces busco que los demás se sientan menos que yo. Busco formas de no quedar mal parado. Busco formas de aparentar que estoy mejor de lo que realmente estoy. Y, cuando profundizo, me doy cuenta de que todo esto es para consolar mi desesperante inseguridad y mis tremendas ganas de no sentirme menos que otros. Tengo mucho miedo y confusión. Quisiera poder actuar de una forma más auténtica y libre.
Jesús, Tú, que me llamas hipócrita a la cara, me haces un gran favor. Tú me das una nueva oportunidad para comenzar de nuevo. Dame sabiduría para darme cuenta de las mentiras que me cuento a mí mismo. Dame integridad para no creérmelas. Dame astucia para encontrar formas mejores de enfrentar mi inseguridad y mi miedo. Sana mi corazón. Dame un corazón sencillo. Dame un corazón cálido. Invítame a caminar contigo por el Gólgota y dame una mano cuando sienta que no soy capaz de seguirte. Gracias por ser mi amigo.
AMÉN.