Evangelio martes 5 de abril

5 DE ABRIL DEL 2022

Evangelio según San Juan capítulo 8, 21 – 30

Martes de la Quinta Semana del Tiempo de Cuaresma

Jesús dijo a los fariseos: "Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir". Los judíos se preguntaban: "¿Pensará matarse para decir: 'Adonde yo voy, ¿ustedes no pueden ir'?". Jesús continuó: "Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso les he dicho: 'Ustedes morirán en sus pecados'. Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados".
Los judíos le preguntaron: "¿Quién eres tú?". Jesús les respondió: "Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo. De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero aquel que me envió es veraz, y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo".
Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre. Después les dijo: "Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada". Mientras hablaba así, muchos creyeron en él.

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

"Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del Hombre"

Es como si Jesús me dijera: "Cuando ustedes me hayan levantado en alto. Cuando se den cuenta de mi verdadero lugar, de mi verdadero rol en el plan de salvación, que no es lejano en las alturas, sino que, al lado de ustedes, porque ustedes también son protagonistas en esta tragedia. Cuando sepan que Yo Soy, y entiendan cómo todo lo hago en conjunción con el Padre, aprenderán a ser por mí, conmigo y en mí. Entonces no solo van a tener una unión profunda conmigo, sino que van a pensar, amar y vivir como yo: en completa conjunción con el Padre."

Ante este texto, me siento llamado a vivificar mi compromiso con la misión del 31 de mayo. No hacer nada por mí mismo, sino que hacer todo unido con Jesús y, a través de Él, con el Padre Dios, con mi historia, con mi personalidad. Este texto me impacta y me entusiasma. Siento ganas de empezar de nuevo, de encontrarme con Jesús y mis hermanos en las cosas más sencillas. Me da un impulso muy rico de sentir ganas de ir frecuentemente al Santuario y arrodillarme ante María para decirle que mi primer amor, mi amor de pionero, sigue vivo y fuerte, y que puede contar conmigo para abrir camino a un mundo nuevo.

Jesús, amigo y maestro, yo te levanto en alto y te reconozco como el Señor de mi vida. Regálame saber que no haces nada por ti mismo, sino que lo haces en conjunción con el Padre. Enséñame a actuar como tú. Quiero ser tu amigo fiel y heroico. Quiero abrir camino a un mundo nuevo y que quienes me rodean te reconozcan en mí. Enséñame a ser un fiel testigo del 31 de mayo y a ser audaz en vivir mis ideales. Te ofrezco visitar el Santuario y leer sobre el 31 de mayo.

AMÉN