Evangelio martes 30 de agosto
Lunes 29 de agosto de 2022 | Juan Francisco Bravo30 DE AGOSTO DEL 2022
Evangelio según San Mateo capítulo 13, 44 - 46
Fiesta de Santa Rosa de Lima
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.
Meditación de Juan Francisco Bravo Collado
"... y lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y lo compra."
Jesús me dice: "Alégrate, hijo mío. Has encontrado el Reino de los Cielos, y eso no puede ser motivo de incomodidad, sino que de alegría. Vende lo que tengas y ven a buscar esto que es tanto mejor. No te enredes con tus comodidades, y la estructura que te acomoda tanto, sino que busca lo que más te conviene, lo más grande. ¿Por qué sigues amarrado a tus cosas y tus costumbres, si yo te ofrezco algo mucho mejor? Atrévete a renunciar a lo antiguo, a lo establecido, y busca mi seguimiento desde cero, desde lo más básico y sencillo."
Me sorprende esta actitud de los que encuentran el reino: la alegría. Si a mí me pidieran que venda todo lo que tengo para comprar otra cosa, me complicaría mucho: estoy tan acostumbrado a mi casa, a mis cosas, a mis comodidades. Me doy cuenta de que las cosas que más me tienen atado son las que menos esenciales son: mis libros, mi guitarra, mi computador y ese tipo de cosas... juguetes. Pero el que encuentra el reino de los cielos va por algo más grande. Yo quiero aprender de esa felicidad que tienen los que renuncian a cosas pequeñas para tomar los desafíos más grandes.
Jesús, te bendigo y te alabo. Eres grande y generoso. Nos regalas una vida de grandes desafíos y no una vida sosa y acomodada. Gracias por invitarme a esta aventura que a veces me causa incomodidades, caminar contigo es emocionante y conmovedor. Perdona por las veces en que me he dejado estar en mi bienestar, y me dejo dominar por mis pequeñeces. Dame la fuerza y la constancia para ser siempre tuyo, y elegir tu camino cada día. Bendito seas por siempre mi Señor y Maestro.
AMÉN