Evangelio martes 27 de junio
Martes 27 de junio de 2023 | Juan Enrique Coeymans27 de junio de 2023
Evangelio según San Mateo, capítulo 7, 6. 12 - 14
Martes de la Duodécima Semana del Tiempo Ordinario
No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos. Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas. Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí. Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.
Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos
Pareciera que el Señor Jesús nos dice: la reciprocidad es una regla latente en el Reino de los cielos. Lo que hagan los demás por uno merece que Uds. le devuelvan lo recibido, siendo misericordiosos, cariñosos y serviciales con las demás personas. Incluso hay más si Uds. recuerdan otros trozos de mi predicación. Más. No esperen que los otros sean serviciales y nobles con Uds., sean Uds. caritativos sin esperar reconocimiento ni reciprocidad, porque lo que Uds. hacen por sus hermanos, el Padre lo hará con Uds. en el Trino de los Celos.
Siempre me ha molestado la visión mercantilista de las relaciones con Dios. Tu das, yo doy. Porque esa no es la actitud de Jesús cuando predicaba en Israel durante su vida. Incluso con personas que merecerían una seria codena y reprimenda, Jesús le dijo a la mujer adúltera: Yo tampoco te condeno. Vete y no peques más. No es que a El no le importara el pecado, pero lo que le interesaba era que fuéramos misericordiosos como el Padre Celestial es con cada ser humano.
Querido Señor Jesús, me arrodillo delante de ti y te adoro como Dios encarnado en el cuerpo purísimo de María, para hacerte en todo igual a nosotros excepto en el pecado., te pido perdón por mis debilidades y traiciones, y que tengas misericordia conmigo y me ayudes a ser misericordiosos con las personas que me hayan ofendido, Señor Jesús, dame la gracia de no olvidar lo esencial de la vida de fe: amar, servir, preocuparse de los otros y sin mirar a ninguna recompensa. Porque así eras Tu en la tierra.
AMÉN