Evangelio martes 20 de junio
Martes 20 de junio de 2023 | Juan Enrique Coeymans20 de Junio de 2023
Evangelio según San Mateo, apítulo 5, 43 - 48
Martes de la Undécima Semana del Tiempo Ordinario
Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria
Porque Él hace salir el sol sobre malos y buenos
Pareciera que el Señor Jesús nos dice: de las muchas palabras que se han recogido de mi vida estas son unas de las más fuertes y nobles, que derriban todas las imágenes que Uds. tienen de cómo es el Padre Celestial. Los criterios de lo que es justo caen cuando se les dice que amen a los enemigos, lo cual quiere decir que no hay enemigos. Y les es tan fácil catalogar de enemigos a quienes les han hecho alguna ofensa, o algo que les duele. La perfección del Padre Celestial, es que El los quiere a pesar de sus miserias y caídas. Eso es lo que proclaman cuando dicen qué Su amor es infinito.
Mi corazón es tan pequeño, que cuando recuerdo a las personas que me han hecho algún daño, me cuesta olvidar. Pero todo se calla, y s e calma en mi alma, cuando me quedo en silencio y le digo al Señor que quiero quererlo como María lo quiere, y que debo querer a María como Jesús la quiere a ella.. Ahí caen las escamas de los ojos que me impiden perdonar. Y si agrego que perdonar no significa que a uno le tenga que caer bien la persona perdonada, sino que debo rezar por ella, que debo desearle el bien, y que debo olvidar lo que me hayan ofendido.
Querido Señor Jesús, te pido de corazón que Tú con el Padre envíen el Espíritu Santo a mi corazón. Que Dios Uno y Trino tomen posesión de mi alma, y que no tenga miedo de perdonar y olvidar. Señor Jesús, te pido la gracia de mirar con ojos de misericordia a quienes me hayan ofendido, y que no abuse de la misericordia divina. En tus manos Señor pongo mi alma con toda su pequeñez y te pido fuerza para resistir las tentaciones, porque Tú estás siempre en mi cercanía.
AMÉN