Evangelio martes 11 de julio
Lunes 10 de julio de 2023 | Juan Enrique Coeymans11 de Julio del 2023
Evangelio según San Mateo capítulo 9, 32 - 38
Martes de la Décimo Cuarta Semana del Tiempo Ordinario
San Benito Abad, Patrono de Europa. Memoria Obligatoria
En cuanto se fueron los ciegos, le presentaron a un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: "Jamás se vio nada igual en Israel". Pero los fariseos decían: "El expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios". Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha."
Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria
Estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor
Pareciera que Jesús nos dice: el relato que ustedes reciben en este Evangelio es un preludio a la parábola de la multiplicación de los panes. Yo tengo siempre ojos de misericordia para el que sufre hambre, y lo que yo hago es para mostrarles lo que ustedes deben hacer con sus hermanos menos favorecidos. Lo que Jesús quiere hacer con los que sufren hambre o toda clase de malestares es labor de la misericordia que Yo he realizado a través de ustedes. Y lo que ustedes no hacen, soy Yo el que deja de hacerla.
Desde que me di cuenta de la parábola de la vid y los sarmientos me quedó claro que somos nosotros los sarmientos y Jesús la parra o vid, y todos los frutos de la parra no son dados directamente por Jesús sino, son dados absolutamente por los sarmientos. Ser las manos, los ojos y en todo amar como Jesús es nuestra tarea. Es una alegría y una responsabilidad poder representar a Jesús, que es la fuente de nuestra felicidad, y poder prestar todo nuestro ser para que Jesús multiplique su amor y su servicio a través de nosotros pobres y humildes pecadores.
Señor Jesús, bendito y alabado seas ahora y siempre, que te prolongas a través de nosotros miserables pecadores redimidos por tu sangre preciosísima. Te alabo Señor, porque toda tu tarea ha sido siempre que cada discípulo esté cerca tuyo, porque el amor infinito de la Trinidad es que nosotros creaturas estemos siempre en tu intimidad recibiendo permanentemente tu gracia, tu cariño y tu ternura, El cielo será un compartir y recibir amor de parte de Dios Uno y Trino, con una preocupación como la de Jesús misericordioso en la multiplicación de los panes.
AMÉN