Evangelio lunes 6 de noviembre

6 de noviembre del 2023

Evangelio según San Lucas 14, 12-14

Lunes de la trigésima primera semana del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo, Jesús dijo al jefe de los fariseos que lo había invitado a comer: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos".

Meditación de Bernardita Marín Paúl

"Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso"

Creo que el Señor me quiere decir; haz de tu vida ordinaria algo extraordinario. Da espacio, cabida aquellos que no se ven y te cuesta incorporar, aquel que quiere estar contigo, a ese que quedo fuera. Abre tu mente, tus ojos y anda más allá de tu núcleo cerrado. Acoge en tu casa y en tu corazón al que te necesita. No esperes nunca la retribución, porque ya la tendrás y tendrás también, la alegría propia del que da y se da, la tendrás y en grande. Se humilde y empática y promueve el amor audaz entre los que te rodean.

Me impacta como nuestro Señor está en todas, y puede adentrarse, si lo dejamos, hasta en lo más íntimo de nuestro corazón, orientándonos en el buen vivir y en el extraordinario manejo de nuestra vida, si así lo anhelamos. Anhelo que responde al llamado de Dios. Si no me abro, nada pasa y se vive en completa superficialidad y me pierdo esa dicha prometida. Actitudes de acogimiento, humildad, no sentirse más que nadie, y empatía, son la base para vivir la humanidad y todo lo que llena la vida de sentido.

Señor quiero acoger a aquel que me cuesta tanto, porque considero que sus prioridades están equivocadas. Hazme humilde para no juzgar y no determinar a nadie. Quiero abrirme y ver al que quiere estar en mi mesa, porque Él lo anhela. Dar espacio dentro de mi corazón, y que sé que finalmente, conquistará toda mi persona. Dejarme tomar, acogiendo lo que venga, sin juzgar y dejando ser. ¡Que así sea!

AMÉN