Evangelio lunes 5 de diciembre
Domingo 4 de diciembre de 2022 | Bernardita Marín Paul5 DE DICIEMBRE DEL 2022
Evangelio según San Lucas capítulo 5, 17 - 26
Lunes de la Segunda Semana de Adviento
Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar. Llegaron entonces unas personas transportando a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para llevarlo ante Jesús. Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, desde el techo, lo bajaron con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús. Al ver su fe, Jesús le dijo: "Hombre, tus pecados te son perdonados". Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: "¿Quién es este que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?". Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: "¿Qué es lo que están pensando?
¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados están perdonados', o 'Levántate y camina'?. Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa".
Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: "Hoy hemos visto cosas maravillosas".
Meditación de Bernardita Marín Paul.
Yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa"
Creo que el Señor me quiere decir; puedo ver el esfuerzo y cariño que pones para estar conmigo, por vivir la vida que te propongo. Que nada te paralice, busca con fuerza y esperanza, que te estoy esperando con los brazos abiertos al otro lado del camino. Camino en el espíritu y que llegará a darte la paz, felicidad y alegría a tu vida y a los que te rodean. Yo ya perdoné tus pecados, vamos toma tu vida y anda. Soy tu liberación, sanación, la vida no pesa. Usa esa libertad para crecer, amar y ser.
Cuánto quiero tomar mi vida y caminar, ¿cómo lo puedo hacer?, muchas veces me siento paralizada por el temor y actúo en consecuencia en forma insegura, rígida, sin liberarme, no puedo caminar, me siento limitada en el amor y la entrega, me falta la seguridad de que Dios, ya me perdonó, me ama tal cual soy y que me invita con amor infinito a perseverar, con alegría, dejando atrás el desamor y el egocentrismo, ¿dónde está la medida del amor en mi vida?
Señor reclamo Tu medida, Tú fuente de amor. Pienso que he querido de todas las formas estar contigo, para que me liberes de la parálisis que tiene mi corazón. Me falta la confianza en que contigo y tus designios, yo y los míos estarán mejor. Siento mi corazón apretado, es decir apresado y reclama más amor. Libérame de la esclavitud del miedo y de la inseguridad. Quiero poner toda mi mente y cuerpo para estar contigo, que solo eres paz, amor y regocijo del alma. Que así sea.
AMÉN