Evangelio lunes 4 de marzo

Lunes 4 de marzo de 2024 | Bernardita Marín Paul

4 de marzo de 2024

Evangelio según San Lucas 4, 24-30

Tercer lunes de Cuaresma

Habiendo llegado Jesús a Nazaret, le dijo al pueblo en la sinagoga: «En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio». Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

Meditación de Bernardita Marín Paul.

"Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas"

Creo que el Señor me quiere decir; me refiero a cuánto debes aprender de aquellos que sufren y son marginados, como en aquella época, viudas y leprosos. Personas solas, que esperan que el sol las ilumine y les de aquello que les falta. Mira bien y detente, se humilde de verdad, tú no estás primero, sino el otro, el que necesita y sufre, Créeme, que ya no puede esperar y requiere ser visto con amor.

Pienso que es tan ajetreada la vida, tan rápida y llena de requerimientos, que hay aspectos que los dejo pasar, pretendiendo que no pasa nada. Esto me ocurre desde perdonar de corazón a alguien y también reconocer la cantidad de necesidades y miserias que hay. Tengo que olvidarme de mí, y solo actuar, teniendo la esperanza puesta en que es Dios que actúa a través mío y no yo, con mis miserias y cansancio.

Quisiera Señor me des un corazón valiente, capaz de sentirse seguro y fuerte, frente a todos los requerimientos del que sufre, del que quiere ser perdonado, al que le falta lo básico para vivir, como abrigo y comida. Muchas veces me siento muy limitada en mi capacidad de ayuda. Me abrumo de no ser capaz de dar más. Te pido, mi Señor, me des el empuje, seguro, fuerte y por sobre todo, la paz del corazón, que así sea.

AMÉN

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