Evangelio lunes 27 de junio

27 DE JUNIO DEL 2022

Evangelio según San Mateo capítulo 8, 18 - 22

Lunes de la Décimo Tercera Semana del Tiempo Ordinario

Al verse rodeado de tanta gente, Jesús mandó a sus discípulos que cruzaran a la otra orilla.
Entonces se aproximó un escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré adonde vayas". Jesús le respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". Otro de sus discípulos le dijo: "Señor, permíteme que vaya antes a enterrar a mi padre". Pero Jesús le respondió: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos".

Meditación de Bernardita Marín Paul

Maestro, te seguiré adonde vayas.

Creo que el Señor me quiere decir, Si quieres seguirme, como así lo deseas, debes saber que
es una decisión radical, que cambiará tu forma de ver y vivir la vida. Ya no serás tú y tus necesidades lo principal, sino Yo y lo que implica el amarme y seguirme, así vivirás en plenitud el camino que te propongo. Decisión radical, en que todo se subordina a lo más prioritario que es dar a conocer mi amor gratuito a todo individuo. Llamado que te hago y que requiere, decisión, prontitud, renuncia, y que te llevara a ser más.

Al leer esto, me identifico con el Escriba que, como buena persona, le dice al Señor que lo seguirá. Viene luego la respuesta del Señor, que me interpela, al mostrarme, cómo es realmente la decisión de seguirlo. No es a medias o cuando yo lo desee, es radical, fuerte e involucra todos los aspectos de la vida. Me asusta, porque veo que la vida es lo suficiente mente dura y exigente y ¿para qué agregar más esfuerzo? Caigo en la cuenta que esa es la vida a la que me llama el Señor, que ya tomé la decisión de seguirlo y que ya la estoy viviendo. Vida en que estoy siempre con Él, en las buena y en las malas y en la que debo renunciar a comodidades y bienes materiales, por el bien de muchos.

Señor, quiero acompañarte, quiero caminar contigo y por eso te pido que alivies el camino que me tienes preparado. Tú sabes que me atemoriza el estar lejos de ti. Quiero saber que contigo, todo va a estar bien. El seguirte es una decisión que me implica esfuerzo y renuncia, pero al mismo tiempo tu recompensa es inmensa. Que la vida que tuviste, austera y sin privilegios, ilumine mi vida, para poder aportar en este sentido y ser capaz de dar más y vivir con menos. Que así sea.

AMÉN