Evangelio lunes 26 de junio

26 de junio de 2023

Evangelio según San Mateo capítulo 7, 1 - 5

Lunes de la Duodécima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo a sus discípulos: No juzguen, para no ser juzgados. Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes.
¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: 'Deja que te saque la paja de tu ojo', si hay una viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.

Meditación de Bernardita Marín Paul

"saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu
hermano."

Creo que el Señor me quiere decir; mira al otro como tu hermano, cada uno es mi hijo amado y mi amor es personal y único. Mírate con la verdad y humildad y si deseas comenzar a amar, empieza por respetar a cada uno como es y conocer tus propias limitaciones. Esto te hará grande, cercana, humana. Descubre el plan revelador que tengo para cada uno y mira con amor, tanto tus defectos como el de los demás. Yo te quiero desde lo profundo y te querré siempre-

¿Por qué soy tan ciega a mis defectos y veo tan claro la falta del otro?, No me he detenido a degustar el plan de Dios para conmigo y con los otros. El cambio, debe partir de mi corazón, ¿cómo miran mis ojos a los demás?, si es con amor, no lo juzgaré, sino que lo acogeré. Al advertir y conocer mi verdad, como soy, mis debilidades y pobrezas, hay un cambio profundo en mí, porque no soy más que nadie, soy una hija más de Dios, con miles de defectos y solo deseo, crecer en el amor a Dios y a mis hermanos.

Gracias mi Dios por hablarme tan claro al corazón, ayúdame a tener ojos de bondad y amor para los demás. Eres el Padre y me enseñas a mirar mi vida con verdad, que ese sea mi punto de partida para no juzgar sino solo amar la debilidad mía y ajena. Somos todos incompletos, porque nos falta Dios. Complétame Señor!! Permíteme ser humilde para crecer en el amor fraterno, que te necesita, tanto como yo. Te pido que me des la gracia de no alejarme nunca de tu Corazón Sanísimo. Que así sea.

AMÉN