Evangelio lunes 17 de abril

Lunes 17 de abril de 2023 | Bernardita Marín Paul

17 de Abril de 2023

Evangelio según San Juan, capítulo 3, 1 - 8.

Lunes de la Segunda Semana de Pascua

Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, que era uno de los notables entre los judíos. Fue de noche a ver a Jesús y le dijo: "Maestro, sabemos que tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él". Jesús le respondió: "Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios. " Nicodemo le preguntó: "¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso
puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?". Jesús le respondió: "Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: 'Ustedes tienen que renacer de lo alto'. El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu".

Meditación de Bernardita Marín Paul

Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios

Creo que el Señor me quiere decir; te llamo a nacer de nuevo, a oír la voz del Espíritu. Sé que me buscas en medio de la noche y de la oscuridad. Tal como el recién nacido, nace a su nueva vida, tú puedes hacerlo, déjate llevar, cuidar y proteger. Lograrás dejar el hombre viejo, reconociéndome, Yo soy tu Salvador que paternalmente te cuido, quiere y sostiene, no dependes de ti, sino de Mí. Abre tu corazón y oirás mi voz, que te guiaré con cariño por caminos de salvación.

Me siento como Nicodemo, que busca y no encuentra y quiero saber ¿cómo lo hago, ¿dónde busco a Dios? ¿Cómo abro mi corazón? Logro entender, tiernamente, que debo volver a mi origen, que debo dejarme querer, cuidar y abandonar en las manos de Dios. Dios habla a mi corazón cuando este se abre a Él. No más preguntas, ni razonamientos. Oír su Espíritu que me llama y guía, y sin prejuicios seguirlo, amarlo. Como hombre viejo, tengo enquistados muchas, heridas, trabas y defectos, que no me permiten volver a ser libre y volver a nacer.

Mi querido Señor y Salvador ,quiero, con tu ayuda poderosa nacer desde lo alto, oír la voz de tu Espíritu y seguirla según tu voluntad. Muchas veces me resisto y no te veo. Déjame sentir tu mano amorosa que me acaricia, tu mirada bondadosa que me ama, a pesar de todo el pecado cometido. Te pido la gracia de volver a ser una niña, que confía en el amor de su Padre y que este la lleva a lo alto, la sostiene y le regala toda la paz y alegría que su corazón busca. Que así sea

AMÉN

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