Evangelio lunes 15 de enero

Domingo 14 de enero de 2024 | Bernardita Marín Paul

15 de enero de 2024

Evangelio según San Marcos 2, 18-22

Segundo lunes del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: «Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?» Jesús les contestó: «¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos.»

Meditación de Bernardita Marín Paúl

"Nadie echa vino nuevo en odres viejos"

Creo que el Señor me quiere decir; Renueva tu mirada, purifícate, no mires hacia atrás, cuando puedes mirar hacia adelante, deja dolores, pérdidas y ven conmigo. Renueva tu ideal y cuídalo, dándole el espacio que merece. Vive el aquí y ahora con un sentido de misión y poniendo todo lo que está de tu parte para vivir desde la fe profunda en un Dios vivo, que habla, se comunica, para el bien de todos. Cultiva y renueva el amor que puse en tu corazón, eso renovará tu ser y tendrás la fuerza necesaria.

El Señor me llama aquí a cuidar mi fe y renovarla, habrá momentos para descansar, hoy quiero sacarle fruto, a este amor. Reconozco que el camino me cuesta, porque me implica permanente esfuerzo, en mis relaciones y debo renovar mi entrega, para que sea Dios quien actúe. Mi cuerpo, mi mente, mi alma, cobijan a mi Señor, Él está en mí. Quiero cuidar y purificar el pensamiento, cuidar la lengua, para guardar dentro de mí, como corresponde a mi Señor. Busco ser digna, para que Dios me posea. El habita en lugares llenos de paz, energía, entrega y mucho amor.

Permite Señor estar contigo y renovarme para ser digna de ti. Convertirme para que el Señor me visite y se quede en mí. Acercarme al sacramento de la reconciliación, permite mi renovación y perdón, abre mi corazón para el encuentro. Debo permanentemente volver al centro, ya que mi humanidad, se deja caer. Ayúdame a dejar atrás toda forma de egoísmo y así poder celebrar con otros tu encuentro amoroso. Que así sea.

AMÉN

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