Evangelio lunes 14 de agosto
Lunes 14 de agosto de 2023 | Bernardita Marín Paul14 de Agosto del 2023
Evangelio según Mateo capítulo 17, 22 - 27
Lunes de la décimo novena semana del Tiempo Ordinario
San Maximiliano Kolbe, Presbítero y Mártir. Memoria Obligatoria
Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: "El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará". Y ellos quedaron muy apenados. Al llegar a Cafarnaún, los cobradores de impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?". "Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?". Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por Mí y por ti".
Meditación de Bernardita Marín Paul
Creo que el Señor me quiere decir, mira a tu alrededor y veras todas las necesidades que hay. Miseria, pobreza, necesidades físicas y espirituales. Es necesario que mires esta realidad y actúes. Enseña además a tus hijos a empatizar con esto, para que ellos también cumplan con su misión en la vida. Es más fácil vivir de espalda a esto, pero quiero decirte que actuar por compasión es digno y da dignidad a todo ser humano. La preocupación por el necesitado es la forma de ayudar a dignificar a mis hijos necesitados
Ante esta lectura, me digo a mi misma que el Señor me llama a compartir mas allá de las puertas de mi casa, la necesidad es tanta y hay tanta miseria, que me duele y me paraliza. Siempre hay algo que dar y compartir, pero siento qué me quedo siempre corta, es un balance difícil de abordar. Siento que mientras más nos protejamos, mas nos alejamos de este gran llamado que nos hace Jesucristo a sentir compasión y misericordia por el sufrimiento ajeno, y actuar tras ello.
Señor quiero desarrollar mi espíritu y ver el sufrimiento y necesidad del otro y saber además que tu vas de la mano, con nosotros, somos Tu, si queremos serlo. Es un camino de compasión y fraternidad el que debemos recorrer y tu acompañas multiplicando ese amor y desprendimiento y regalando mucho más de lo que necesitamos. Quiero participar de esta realidad, salir de mi zona de confort y no tener miedo a lo que se me pedirá. Por esto te ruego Señor. Que así sea
AMÉN.